Liam y ____ entraron en la casa. Allí,
en el salón, había un chico y una chica sentados uno en frente del otro
rodeados por un grupito de amigos de Liam. Harry entre ellos. _____ vio que estaban jugando a las cartas, mas
exactamente al póquer. Pero no a un póquer cualquiera.
-¿Sabes jugar?-preguntó Liam
mirándola.
-Algo. He jugado un par de veces con
amigos.
-Vaya, no sabía que te fueran este
tipo de juegos-dijo Liam haciendo que ____ frunciera el ceño por el
comentario.-¿Te apetece jugar?
-Me gustaría pero, ¿apostais dinero de
verdad? Porque por culpa de alguien no llevo nada encima-dijo mirándole con los
ojos entrecerrados.
Liam sonrió.
-Aquí no importa el dinero sino el
hecho de seguir con ropa.
-¿Cómo?-preguntó ella sin entender lo
que había dicho.
-____, lo que están jugando no es
póquer a secas sino el strip póker-le
aclaró mirándola para ver su expresión.
-¿Qué?-exclamó sorprendida.-Oh, vaya,
yo no…-dijo dejando la frase a medias.
_____ no se había dado cuenta de que
jugaban una vertiente del póquer tradicional, ya que ambos jugadores llevaban
biquini y bañador respectivamente algo que llevaba todo el mundo en aquella
fiesta, menos ella. Pero ahora que tenía noción del juego, entendia qué hacia
toda aquella ropa a un lado de la mesa. Las prendas pagadas por los
perdedores.
-Pero-dijo Liam sacándola de su
aturdimiento.-Nosotros ofrecemos la oportunidad de que quién pierda pueda
elegir entre terminar de quitarse la ropa o hacer algo que el ganador quiera.
De ahí que solo estén jugando dos, porque decidir entre todos los ganadores que
hace el perdedor resultaba un completo desastre.
-Ah…-vocalizó ____ absuelta en las
expresiones de los dos jugadores. Adoraba ese juego por seriedad de los
contrincantes que a veces llegaban hasta dar gracia.
-Bueno, ahora que sabes de que va…
¿quieres jugar o no?-preguntó Liam sin apartar la mirada de su rostro.
-Gracias pero no. Soy una mojigata
¿recuerdas?-dijo haciendo referencia al insulto que la amiga de Liam le había
dicho.
-Me lo temía. Así que al final eso que
se rumorea por ahí de que eres una estrecha es verdad- dijo Liam tentándola.
-Ja, ja-vocalizó ella.-Ni lo intentes,
no vas a picarme con eso. Si quieres juega tú, porque yo desde luego que
no-comentó viendo como la chica se llevaba las manos al rostro al ver que el
juego de su contrincante era superior al suyo. Acababa de perder y tan solo le
quedaba el biquini…
Tiempo más tarde en la mesa donde se
jugaba al póquer estaba sentado Liam jugando contra la chica de la piscina.
_____ estaba a su lado, por supuesto aun esposada a él. Se estaba
entreteniendo. Liam era bueno en eso del póquer aunque la amiga no se quedaba
atrás. Era ya la tercera ronda que Liam jugaba. En la primera había jugado
contra el chico vencedor y después contra una chica que gustosa se había
presentado voluntaria. En ambas rondas había salido victorioso. De ahí que
siguiera jugando. En esta tercera ronda estaba jugando un poco agobiado. La
modelo sabía del juego y se había encargado de quitarle toda la ropa que se
había puesto antes de empezar, a excepción de una camiseta prestada que por las
esposas no podía ponérsela. Liam llevaba tiempo bebiendo y eso empezaba a
hacerle efecto. Además, Harry estaba allí, al lado de ____ y ambos solo sabían
cuchichear, lo que hacía que Liam se interesase más por lo que decían que por
el juego en sí. ____ y Harry tan solo estaban comentando la partida y
burlándose de la modelo y su constante intento de ser el centro de atención
pero Liam al no oír gran cosa se desconcentraba acrecentando sus celos. La
partida continuó y finalmente Liam consiguió ganar. Asombrosamente. La chica
estaba decidida a quitarse la parte de arriba cuando Liam la detuvo y le
propuso algo que le llamó más la atención. Un beso. Liam le había propuesto que
lo besara. Algo que provocaron distintos tipos de reacciones. La de la modelo
de ropa interior; que enseguida aceptó, alegre y feliz. La de los demás que
estaban alrededor que empezaron a armar escándalo como si de una batalla
medieval de vida o muerte se tratase, exagerada y alborotadora. Ya que Liam era
la joya de sus amigos. Todas querían tener un ‘affaire’ con él pero ninguna a
excepción de Amanda que ya no pertenecía al grupo lo había conseguido. Y por
último, la reacción de ____ que al oírle decir aquello lo miró sorprendida y a
la vez realmente molesta y ¿celosa? Apretando los dientes y mirando durante los
primeros segundos para comprobar que realmente se besaban, decidió desviar la
mirada hacia otro lado dejando claro su odio hacia aquella escenita.
-Me parece que alguien está celoso-le
susurró Harry a ____.
-Harry no te equivoques, no estoy
celosa. Si no miro como los demás es por simple repugnancia hacia Liam-dijo en
voz baja.
-No hablaba de ti. Sino de Liam-siguió
cuchicheando.-Está claro que le ha pedido un beso porque está celoso.
-Celoso, ¿de qué o de quién?
Harry se acercó más a _____ para
evitar así que su amigo lo oyese. Tenía sus labios a centímetros del oído de la
muchacha cuando le susurró provocándole un escalofrío por todo el cuerpo, sin
saber si había sido por la voz de Harry o por lo que había dicho:
-De ti.
Ella ante la alocada, no tan alocada,
idea de Harry sonrió sarcásticamente. Liam celoso de ella. Si, ¿y qué más?
¿Ahora los cerdos vuelan? ¿Y los hipopótamos tienen plumas?
-Ya, claro-soltó revoloteando los
ojos.
-Bueno, ¿quién es el o la
siguiente?-preguntó Liam sentándose tras un largo y eterno beso con la modelo.
____ lo miró con los brazos cruzados y
en sus labios tenía el carmín rojo pasión de la chica. Algo que hizo que a
_____ le entrase unas irrefrenables ganas de matarlo y, a la vez, se le
estrujase el corazón como si alguien se lo hubiera arrancado y apretado con las
manos. Una sensación dolorosa. Una sensación que se sentía cuando la otra
persona te importaba y cuando se estaba enormemente ena…
-¡Yo!-exclamó ____ haciendo que todos
la mirase pero ella tenía su mirada puesta sobre la de Liam y sobre la de nadie
más.
-¿Tú?-cuestionó el con sorna.- ¿Estas
segura de que quieres jugar?
-Segurísima-contestó mirándole con
rabia. Lo mataría allí mismo si no hubiera tantos testigos.
-De acuerdo. Pero, ¿no crees que a tu
noviecito no le hará mucha gracia que juegues?
-Es es problema mío-contestó
grotescamente.-Ahora si eres un poco inteligente me quitarás las esposas. No
pretenderás que juegue con una sola mano ¿no?
-Hasta ahora yo lo he hecho.
-Felicidades, campeón. Yo no-y con
esto remató de una patada toda la poca y buena relación que habían podido tener
los dos a lo largo de aquel día.
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