domingo, 2 de marzo de 2014

Capitulo 37

Liam y ____ entraron en la casa. Allí, en el salón, había un chico y una chica sentados uno en frente del otro rodeados por un grupito de amigos de Liam. Harry entre ellos. _____ vio que estaban jugando a las cartas, mas exactamente al póquer. Pero no a un póquer cualquiera.
-¿Sabes jugar?-preguntó Liam mirándola.
-Algo. He jugado un par de veces con amigos.
-Vaya, no sabía que te fueran este tipo de juegos-dijo Liam haciendo que ____ frunciera el ceño por el comentario.-¿Te apetece jugar?
-Me gustaría pero, ¿apostais dinero de verdad? Porque por culpa de alguien no llevo nada encima-dijo mirándole con los ojos entrecerrados.
Liam sonrió.
-Aquí no importa el dinero sino el hecho de seguir con ropa.
-¿Cómo?-preguntó ella sin entender lo que había dicho.
-____, lo que están jugando no es póquer a secas sino el strip póker-le aclaró mirándola para ver su expresión.
-¿Qué?-exclamó sorprendida.-Oh, vaya, yo no…-dijo dejando la frase a medias.
_____ no se había dado cuenta de que jugaban una vertiente del póquer tradicional, ya que ambos jugadores llevaban biquini y bañador respectivamente algo que llevaba todo el mundo en aquella fiesta, menos ella. Pero ahora que tenía noción del juego, entendia qué hacia toda aquella ropa a un lado de la mesa. Las prendas pagadas por los perdedores.
-Pero-dijo Liam sacándola de su aturdimiento.-Nosotros ofrecemos la oportunidad de que quién pierda pueda elegir entre terminar de quitarse la ropa o hacer algo que el ganador quiera. De ahí que solo estén jugando dos, porque decidir entre todos los ganadores que hace el perdedor resultaba un completo desastre.
-Ah…-vocalizó ____ absuelta en las expresiones de los dos jugadores. Adoraba ese juego por seriedad de los contrincantes que a veces llegaban hasta dar gracia.
-Bueno, ahora que sabes de que va… ¿quieres jugar o no?-preguntó Liam sin apartar la mirada de su rostro.
-Gracias pero no. Soy una mojigata ¿recuerdas?-dijo haciendo referencia al insulto que la amiga de Liam le había dicho.
-Me lo temía. Así que al final eso que se rumorea por ahí de que eres una estrecha es verdad- dijo Liam tentándola.
-Ja, ja-vocalizó ella.-Ni lo intentes, no vas a picarme con eso. Si quieres juega tú, porque yo desde luego que no-comentó viendo como la chica se llevaba las manos al rostro al ver que el juego de su contrincante era superior al suyo. Acababa de perder y tan solo le quedaba el biquini…

Tiempo más tarde en la mesa donde se jugaba al póquer estaba sentado Liam jugando contra la chica de la piscina. _____ estaba a su lado, por supuesto aun esposada a él. Se estaba entreteniendo. Liam era bueno en eso del póquer aunque la amiga no se quedaba atrás. Era ya la tercera ronda que Liam jugaba. En la primera había jugado contra el chico vencedor y después contra una chica que gustosa se había presentado voluntaria. En ambas rondas había salido victorioso. De ahí que siguiera jugando. En esta tercera ronda estaba jugando un poco agobiado. La modelo sabía del juego y se había encargado de quitarle toda la ropa que se había puesto antes de empezar, a excepción de una camiseta prestada que por las esposas no podía ponérsela. Liam llevaba tiempo bebiendo y eso empezaba a hacerle efecto. Además, Harry estaba allí, al lado de ____ y ambos solo sabían cuchichear, lo que hacía que Liam se interesase más por lo que decían que por el juego en sí. ____ y Harry tan solo estaban comentando la partida y burlándose de la modelo y su constante intento de ser el centro de atención pero Liam al no oír gran cosa se desconcentraba acrecentando sus celos. La partida continuó y finalmente Liam consiguió ganar. Asombrosamente. La chica estaba decidida a quitarse la parte de arriba cuando Liam la detuvo y le propuso algo que le llamó más la atención. Un beso. Liam le había propuesto que lo besara. Algo que provocaron distintos tipos de reacciones. La de la modelo de ropa interior; que enseguida aceptó, alegre y feliz. La de los demás que estaban alrededor que empezaron a armar escándalo como si de una batalla medieval de vida o muerte se tratase, exagerada y alborotadora. Ya que Liam era la joya de sus amigos. Todas querían tener un ‘affaire’ con él pero ninguna a excepción de Amanda que ya no pertenecía al grupo lo había conseguido. Y por último, la reacción de ____ que al oírle decir aquello lo miró sorprendida y a la vez realmente molesta y ¿celosa? Apretando los dientes y mirando durante los primeros segundos para comprobar que realmente se besaban, decidió desviar la mirada hacia otro lado dejando claro su odio hacia aquella escenita.
-Me parece que alguien está celoso-le susurró Harry a ____.
-Harry no te equivoques, no estoy celosa. Si no miro como los demás es por simple repugnancia hacia Liam-dijo en voz baja.
-No hablaba de ti. Sino de Liam-siguió cuchicheando.-Está claro que le ha pedido un beso porque está celoso.
-Celoso, ¿de qué o de quién?
Harry se acercó más a _____ para evitar así que su amigo lo oyese. Tenía sus labios a centímetros del oído de la muchacha cuando le susurró provocándole un escalofrío por todo el cuerpo, sin saber si había sido por la voz de Harry o por lo que había dicho:
-De ti.
Ella ante la alocada, no tan alocada, idea de Harry sonrió sarcásticamente. Liam celoso de ella. Si, ¿y qué más? ¿Ahora los cerdos vuelan? ¿Y los hipopótamos tienen plumas?
-Ya, claro-soltó revoloteando los ojos.
-Bueno, ¿quién es el o la siguiente?-preguntó Liam sentándose tras un largo y eterno beso con la modelo.
____ lo miró con los brazos cruzados y en sus labios tenía el carmín rojo pasión de la chica. Algo que hizo que a _____ le entrase unas irrefrenables ganas de matarlo y, a la vez, se le estrujase el corazón como si alguien se lo hubiera arrancado y apretado con las manos. Una sensación dolorosa. Una sensación que se sentía cuando la otra persona te importaba y cuando se estaba enormemente ena…
-¡Yo!-exclamó ____ haciendo que todos la mirase pero ella tenía su mirada puesta sobre la de Liam y sobre la de nadie más.
-¿Tú?-cuestionó el con sorna.- ¿Estas segura de que quieres jugar?
-Segurísima-contestó mirándole con rabia. Lo mataría allí mismo si no hubiera tantos testigos.
-De acuerdo. Pero, ¿no crees que a tu noviecito no le hará mucha gracia que juegues?
-Es es problema mío-contestó grotescamente.-Ahora si eres un poco inteligente me quitarás las esposas. No pretenderás que juegue con una sola mano ¿no?
-Hasta ahora yo lo he hecho.
-Felicidades, campeón. Yo no-y con esto remató de una patada toda la poca y buena relación que habían podido tener los dos a lo largo de aquel día.

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