-¿Y? ¿Me lo vas a decir o
qué?-preguntó ____ impaciente.- ¿Qué quieres?
Liam tomándose su tiempo, sirvió vino
en la copa que ya estaba vacía. Sabía exactamente lo que le iba a pedir. Ahora
que tenía la oportunidad, no pensaba desaprovecharla. Una vez que dejó la
botella sobre la isla, la miró con una sonrisa en el rostro y agarrando la copa
le contestó distraídamente:
-Quiero probar el sabor del vino en
tus labios…-ella frunció el ceño.-Y por si no he sido lo suficientemente
claro…-se aclaró la garganta y acercó sus labios al oído de la muchacha.-____,
quiero un beso tuyo-y tras eso sin apartar la mirada de su rostro, bebió vino
de la copa y se la ofreció a ____ que la agarró gustosamente.
Ella creyendo que bromeaba, sonrió y
le dijo:
-Muy buena, Liam. Ahora en serio. ¿Qué
quieres?
-Ya te lo he dicho-dijo tratando de
descifrar si el rostro de la muchacha reflejaba asombro, desconcierto, alegría,
desacuerdo o todo a la vez.-Pero… tan solo si tú quieres. Claro está-añadió.
____ evitando tener que contestar o
decir algo, se llevó la copa a la boca y bebió un largo trago mientras pensaba
en lo que acababa de pedirle Liam. Cuando ya había alargado todo lo posible el
silencio, se apartó la copa de la boca y se dispuso a hablar cuando Liam llevó
su pulgar a la comisura de sus labios dónde se había quedado una gota de vino.
Se la limpió y seguidamente se llevó el dedo a su propia boca haciendo que ____
dejase de respirar durante unos segundos. Liam podía ser extremadamente sexy tan
solo chupándose el dedo inocentemente, sin ninguna pretensión. Jodidamente sexy
y tentador.
-¿Y?-cuestionó Liam humedeciéndose los
labios.
Ese gesto hizo que a ___ se
concentrara en sus labios y le costase más buscar las palabras exactas para
negarse. Le encantaba la idea de besarlo pero estaba Max. No podía hacerle eso.
-Liam…-dijo por fin.-No creo que sea
una buena idea…no…-él la interrumpió agarrándola por la barbilla y mirándola
fijamente.
-No te estoy preguntando si crees que
es una buena idea o no. Te pregunto si quieres.
Liam la miraba con lujuria, con unas
ganas de besarla y ____ que hasta entonces nunca se había dado cuenta de que la
miraba de esa forma, ahora si lograba verlo. Quería decirle que si, gritar si o
directamente besarlo ella…
-Bésame-le pidió ____ con la voz tan
baja que Liam a penas la oyó.
Pero eso bastó para que Liam capturara
los labios de ____ entre los suyos. ____ en el momento en que sintió que los
labios de Liam tocaban los suyos, no lo pensó más, lentamente puso sus manos sobre
el pecho de Liam y se dejó llevar. Él sonrió para sus adentros unos segundos. Con
ese beso ambos dejaron relucir sus deseos más irrefrenables. Sin importar los
demás. Solo ellos. Se devoraban mutuamente. Saboreándose y acariciándose, el
uno al otro. Al sentir que Liam iba a
separarse, ____ lo detuvo agarrándole por la nuca. Él sonrió complacido.
Cuando, por fin, se separaron, se quedaron mirándose a los ojos mientras sus
respiraciones volvían a la normalidad.
-¿Jugamos otra vez?-preguntó ____
bromeando.
Él sonrió y sin pensarlo se aproximó
nuevamente a ella para seguir jugando pero no a las cartas, sino con sus
labios.
El cansancio empezaba a hacer mella
pero ninguno de los dos se quería ir a dormir y que la noche acabase sin más.
Se estaban divirtiendo. Conociéndose el uno al otro inconscientemente. ____
distraídamente mientras se reía de algo gracioso que había dicho Liam se golpeó
el pie malherido contra la isla de la cocina, donde estaba sentada y un gesto
de dolor se reflejó en su rostro.
-¿Estás bien?-preguntó Liam
preocupado.
-Si, solo me he golpeado el pie-afirmó
mordiéndose el labio interior para retener las ganas de gritar.
-____, sonare repetitivo, pero vayamos
al médico-propuso Liam por enésima vez esa noche.
-¡No!-exclamó espantada.-En serio no
hace falta-sonó mas relajada.
Liam la observó durante unos segundos,
tratando de entender por qué se resistía a ir al hospital a que le mirasen el
pie.
-Empiezo a pensar que tienes miedo a
los hospitales-soltó él sin más.
-¿Qué?-ella lo miró con el ceño
fruncido.-Oh vamos, Liam. ¿Miedo a los hospitales?-preguntó burlona.-No…-negó
de una forma poco convincente.
-Si, también conocido como
nosocomefobia. O es eso, o eres una verdadera masoquista. Aunque creas que no
me he dado cuenta, sé que has estado toda la noche intentando que ni te rozara
el aire si fuera posible-ella lo miraba en completo silencio.-Te duele el pie
porque te lo has torcido y hasta seguramente tengas un esguince y te resistes a
ir a que te lo miren. ¿Me vas a decir el por qué o voy a tener que llevarte a
rastras?-preguntó muy serio.
Ella suspiró y evitó la mirada de Liam
que no se apartaba de su rostro y empezaba a intimidarla. Estuvo en silencio
durante minutos, largos e interminables minutos hasta que finalmente decidió
confesarle lo que pasaba:
-No tengo miedo, tan solo que no me
gusta y si puedo evitar ir, mejor que mejor.
-¿Por qué?-cuestionó él frunciendo el
ceño.
Ella temerosa volvió a desviar la
mirada y él dándose cuenta de que quizás se estuviera entrometiendo demasiado, rectificó:
-Si no me lo quieres contar, lo
entiendo. Pero creo que deberías ir por tu propio bien.
Liam le dio un beso en la frente que
la conmovió por dentro.
-Ahora será mejor que nos vayamos a
dormir-le sonrió el muchacho con la intención de suavizar la situación.
-Por mis padres-dijo ella con los ojos
cerrados y al abrirlos, observó la cara de desentendimiento de Liam.-La última
vez que estuve en un hospital me dijeron que mis padres habían muerto-tragó
saliva con dificultad, le costaba hablar de ellos.-A pesar de que en días se
cumplirá un año que pasó, aún lo recuerdo como si hubiese sido ayer-le
empezaba arder los ojos.-Ese día mis
padres estaban volviendo de un viaje. Se habían ido dos semanas a las Islas
Caimán para celebrar sus veinticinco años de casados. Esas dos semanas las
había pasado sola en casa, haciendo lo que quería cuando quería-relataba la
muchacha.-Ese día estaba en casa ansiosa por verles cuando recibí una llamada...
Continuará...
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