domingo, 18 de mayo de 2014

Capitulo 43.

Acababan de llegar a casa. Liam llevaba a ____ en brazos y habían tenido alguna que otra dificultad para abrir la puerta.
-Confirmado. Hoy estás muy torpe-dijo Liam cerrando la puerta de una patada.
-No tendría que abrir yo la puerta si no me llevaras en brazos.
-Así tardaríamos más.
Liam tras encender la luz como buenamente podía se dirigió a la cocina. Una vez allí, la dejó sentada sobre la isla de la cocina.
-¿Por qué me has traído aquí?
-Será mejor que te pongas algo frío en el pie-le dijo abriendo el congelador.-A ver… ¿qué te apetece? ¿Guisantes o rodajas de merluza?
-Guisantes, sin duda. Muy nutritivos-habló irónicamente.
Liam agarró la bolsa de guisantes congelados y se sentó en el taburete de la isla de la cocina. Con cuidado atrajo el pie de ___ hacia su regazo y le colocó la bolsa en el tobillo. Al entrar en contacto con su piel, ____ se quejó.
-____ tienes el tobillo muy hinchado. Sigo pensando que deberíamos ir a que te lo miren.
-No hace falta Liam. Esto me ha pasado miles de veces. Mañana mi tobillo volverá a la normalidad, ya verás. Pero mañana cuando mi hermano regrese y descanse un poco, le pediré que me lo mire si así te quedas más tranquilo, papá-ironizó la ultima palabra.
-Muy graciosa-comentó apretándole los guisantes contra el pie a propósito.
-¡Liam!-se quejó y él echó a reír.

Tiempo más, ____ estaba tumbada en su cama intentando dormir. Se había duchado y puesto un pijama de verano. En la ducha había tenido más de una dificultad en entrar y salir de la bañera pero con maña lo había conseguido sin tener que pedirle ayuda a Liam. ___ solo sabía dar vueltas en la cama y con cada movimiento, le dolía más su tobillo. Hacía un calor asfixiante. Era de noche y hacía los mismos grados que por la tarde. Tenía la ventana abierta pero por ahí solo entraba aire caliente y tenía el ventilador puesto que tan solo removía el aire por lo que era inservible. Hacía una hora que se había duchado y estaba casi decidida de hacerlo otra vez. Cansada de dar vueltas en la cama y con la boca seca, decidió levantarse e ir a la cocina a por un vaso de agua. Al entrar, no encendió la luz para no molestar a Liam que había dejado la puerta abierta. Aunque tampoco hacia falta. Con la luz que entraba por la ventana de la cocina se podía vislumbrar las cosas como para no chocarse con ellas. _____ fue directa al frigorífico, lo abrió y agradeció el frío que salía del interior. Buscó la botella de agua y tras agarrarla, cerró la puerta de la nevera. Al darse la vuelta se llevó un susto al ver la silueta de alguien sentado en la isla de la cocina.
-Soy yo-anunció Liam.
-¡Joder! ¿Qué haces aquí a estas horas con la luz apagada?-preguntó cuando recobró la compostura.
-No podía dormir-contestó agarrando la copa que tenía ante él de la que tomó un sorbo.
-Yo tampoco-admitió ella.-Hace un calor sofocante y el maldito aire estropeado-dijo sirviéndose agua.- ¿Quieres?-le ofreció y el negó con la cabeza.
-¿Sabes por qué se estropeó?
-No. Fue de un día para el otro-contestó guardando la botella en el frigorífico.
-Mañana podría echarle un vistazo.
-¿También sabes de aires acondicionados? ¿Hay algo que no sepas?
-Solo he dicho que lo voy a mirar, no que lo vaya a arreglar-le sonrió y bebió de su copa.
____ se sentó en el taburete que estaba al lado de Liam y desde esa distancia lo podía contemplar mejor. Llevaba un pantalón de pijama y el pecho al aire como siempre.
-¿Cómo va ese tobillo?-le preguntó mirándola.
-Dolorido, muy dolorido.
-¿Por qué no te pones un rato más los guisantes?
-Me vendrían bien-admitió levantándose.
-No te muevas, voy yo-sacó los guisantes del congelador.- ¿Por qué no te sientas en la isla como antes?-le sugirió.
Ella complacida le hizo caso. Se puso de espalda a la isla e hizo fuerza con las manos apoyadas en ella para subir. Liam la ayudó agarrándola por la cintura y prácticamente sentándola él encima del mueble.
-Tu tobillo sigue igual o peor que antes-comentó Liam acercándole la bolsa al tobillo.-Tienes que tener el pie en reposo pero no paras quieta.
-Eres peor que Louis-se quejó revoloteando los ojos.- No es para tanto-hizo una pausa mientras pensaba algo para cambiar de tema.- ¿Qué bebes?-preguntó curiosa mirando la copa que había sobre la mesa.
-Vino tinto, ¿quieres?
Ella agarró la copa y la olió.
-¿Desde cuándo hay vino en esta casa?-preguntó sacándole una sonrisa a Liam por la forma tan exagerada en que lo había dicho.
-Desde que yo vivo aquí. Soy un aficionado a los vinos por culpa de mi tío-le explicó.
-Vaya. No lo sabía-dijo mirándole expectante.
-Todo empezó cuando Louis y yo nos fuimos una larga temporada. Por una serie de cosas donde tu hermano y yo estuvimos involucrados, mi padre decidió mandarnos a vivir con mi tío a Valladolid; y tu padre no se opuso a ello. Allí, mi tío tenía una bodega inmensa de vinos y al principio no me llamaba la atención pero con el tiempo y por la forma tan entregada que mi tío hablaba de ellos, acabé interesándome.
-¿Y… mi hermano también se interesó?
-No, él, no-contestó con la mirada perdida en la nada.-Él estaba interesado más en otras cosas.
-¿Qué cosas?
Liam se quedó callado mientras meditaba hasta que finalmente le contestó de forma escueta.
-Chicas.
____ frunció el ceño. Le había parecido raro tanto el tiempo que Liam se había tomado para contestar como la contestación. Su hermano era muy tímido en eso de las chicas y juraría que lo poco que él le había contado sobre esta etapa le había que dicho que no había tenido royos ni novia hasta un año, o dos, después de entrar en la universidad porque se pasaba gran parte del tiempo estudiando, todo lo contrario a Liam. Pero ____ no queriendo entrar en ese tema, al menos por esa noche, prefirió ignorar las ideas que rondaban su cabeza.
-¿Y? ¿Te gusta?-le preguntó Liam devolviéndola a la realidad.
-¿El qué?-lo miró frunciendo el ceño.
-El vino-le aclaró.

____ miró la copa que tenía entre las manos y finalmente le dio un sorbo. El vino nunca le había llamado mucho la atención. Es más recordaba la primera vez que su padre le había dado a probar el vino y su rápida reacción de devolverlo a la copa. Pero al probar el vino que estaba bebiendo Liam, le había gustado. Sobre todo por el sabor que le había quedado en la boca. Un sabor de uva y roble.

Continuará...

sábado, 17 de mayo de 2014

Capitulo 42.

____ echó un rápido vistazo hacia atrás para ver si la persona había dejado de ir hacia su dirección pero para su sorpresa esa persona la agarró por la muñeca y le dio la vuelta.
-____ ¿se puede saber que te pasa?-preguntó esa persona.
Ella moviendo la cabeza para apartarse el
pelo de la cara, dijo al reconocer a quién tenía delante:
-¿Liam?
-Si-contestó.- ¿Se puede saber por qué estabas huyendo de mí?
-¡Joder, Liam! Menudo susto me has dado-dijo aliviada pegándole un puñetazo en el pecho.-Creía que era un loco que…
-…que te iba a secuestrar-concluyó él la frase con una sonrisa burlona.- Pobre del que se le ocurra la idea de secuestrarte-bromeó.
-¡Idiota! No me hace gracia. Por un momento he visto mi vida pasar ante mis ojos.
Liam echó a reír.
-Anda, vamos, miedica. Te llevo a casa.
____ empezó a andar hacia el coche y Liam se percató de que no caminaba con normalidad, sino cojeando.
-¿Qué te ocurre? ¿Por qué vas descalza?
-Me he doblado el tobillo y para colmo he roto el tacón de mi zapato-dijo mostrándole los zapatos que llevaba en las manos.
-¿Quieres ir al hospital?-preguntó preocupado.
-No, no es para tanto. Tan solo me lo he torcido, creo.
-¿Segura?
-Muy segura. Ya me ha pasado esto más de una vez, así que despreocúpate.
-¡Qué desastre eres!-exclamó él con una sonrisa en la cara.-Anda, ven.
-No, no, no-la muchacha negó varias veces al ver lo que iba a hacer pero no sirvió de nada; ya la había cogido en brazos.- Liam, bájame. Puedo caminar.
-Al ritmo que vas, llegaremos al coche por la mañana.
-No exageres. En serio, bájame.
Liam la ignoró y continuó caminando con la mirada fija hacia el frente. ____ empezó a respirar con dificultad. La cercanía y el perfume de Liam era embriagador, a pesar de estar mezclado con el olor de la cerveza. ____ no entendía cómo lo hacia pero lo mirase por donde lo mirase era perfecto. Su cuerpo desprendía seguridad, una seguridad que la confortaba. La tenía agarrada con firmeza, pegada a su cuerpo y ella aprovechando la corta cercanía le rodeó el cuello con sus brazos. Liam al sentir el contacto, la miró de reojo y le sonrió.
-Es… para no caerme-aclaró ella avergonzada.
-Me imagino.
Al llegar al coche, Liam abrió la puerta y con cuidado de no golpearle el pie la sentó en el asiento del copiloto. Cerró la puerta y dio la vuelta al coche. En el interior Liam tenía puesto música en un volumen bajo. Tan solo para ocultar el silencio. Los asientos eran tapizados de color marrón. Realmente confortables. Liam entró en el coche y la miró.
-¿De dónde has sacado este coche?-preguntó ella.
-Harry-contestó él con una sonrisa.
Liam se inclinó hacia ella para agarrar el cinturón de seguridad del copiloto mientras la miraba fijamente, devolviéndole la mirada. Tiró del cinturón y la rodeó con él.
-Esta noche hemos ido de fiesta y estaba demasiado borracho para conducir. Así que lo he llevado yo a su casa-le aclaró mientras encajaba la hebilla del cinturón.
-Sabes que no estoy tetrapléjica y puedo ponerme el cinturón yo sola ¿verdad?-preguntó ella ignorando su explicación.
-Lo sé-contestó volviendo a fijar su mirada en la suya.-Pero sabiendo que hoy estas un poco torpe, he preferido ponértelo yo para que no rompas el coche-bromeó y dibujó una sonrisa en sus labios haciendo que ____ se mordiese el labio inferior. Liam descendió su mirada hasta sus labios y delicadamente le liberó el labio de entre sus dientes-Te ruego que no hagas eso.
-¿Por qué?-preguntó volviendo a morderse el labio durante unos segundos a propósito.
-Como te gusta tentarme-dijo con una sonrisa acomodándose en su asiento y agarrando su cinturón.
Una vez que se lo puso, introdujo la llave y arrancó. A ____ se le contagió su sonrisa y suspirando con felicidad miró hacia delante. Tenía que admitirlo. Lo que sentía por Liam ya no era odio.
-Tú también has bebido ¿verdad?-preguntó ella de repente volviendo al tema de antes.
-Un poco-admitió.
-Se nota, apestas a cerveza.
Él la miró de reojo frunciendo el ceño.
-Culpa de Harry. La mitad de su cerveza acaba fuera de su vaso por sus idas y venidas-le aclaró.
-Borracho y conduciendo. Menudo policía estás hecho.
Él sonrió por su comentario y le dijo:
-Espero que me guardes el secreto o tendré que matarte.
-No serías capaz. Si me matases, poco después morirías tú de aburrimiento. ¿Por qué si no estoy yo, quién iba a complicarte la vida para hacértela un poco más divertida?
-Muy cierto-admitió él.- ¿Y se puede saber qué hacías a esta hora caminando sola por la calle?
-Una larga historia y no tengo ganas de hablar de ello.
-Entiendo.
____ no tenía ganas de contarle que se había enfadado con Max por cosas en la que él estaba involucrado de lleno. Quería olvidarse de eso al menos hasta mañana. En ese momento, empezó a sonar una canción que a ____ le gustaba mucho. Propuesta indecente, de Romeo Santos.   
-No sabía que te fuera este tipo de canciones-comentó ella.
-No tengo un gusto especial para la música. Escucho de todo-dijo deteniéndose en un semáforo en rojo.
Ella empezó a canturrear la canción en voz baja, tratando de no hacerlo más alto de lo que sonaba. Si te invito una copa y me acerco a tu boca. Liam la miraba balancearse con los ojos cerrados al ritmo de la música. Que dirías si esta noche te seduzco en mi coche, que se empañen los vidrios si la regla es que goces.
Liam carraspeó para llamarle la atención y le preguntó:
-¿Esa es una declaración de intenciones?
Ella abrió los ojos y lo miró con una ceja levantada.
-¿Y si así fuera?-preguntó curiosa.

-Bienvenida sea esa propuesta indecente-contestó mirándola con una sonrisa que quitaba el aire.

Continuará...

lunes, 12 de mayo de 2014

Capitulo 41.

En ese mismo día, más tarde, ____ estaba cenando con Max en una pizzería del centro. Max le estaba contando las cosas en las que había invertido la tarde mientras que ____ simulaba que lo estaba escuchando aunque en realidad jugueteaba con la masa de la pizza y pensaba en lo que Harry había comentado aquella tarde: “Cualquiera diría que estabais a punto de besaros. Pero no puede ser. ____ tiene novio y no la veo capaz de ir por ahí besando a otros.” Eso la había dejado pensativa. Ella no era de esa clase de personas que le ponía los cuernos a su pareja. Es más, prefería cortar por lo sano y dejarlo todo claro antes que estar con una persona saliendo con otra distinta. Pero más de una vez había estado a punto de traicionarse a sí misma y a sus principios por culpa de un idiota pedante.
-Yendo de camino a recogerte he oído en la radio que hoy sería la noche más calurosa de todo el verano, alcanzaría los cuarenta grados-comentaba Max mientras ____ estaba evadida.-Nadie podrá dormirse hoy…
Éste viendo que ____ no comentaba y que tenía la mirada fija en la nada, le puso una mano sobre el brazo y cariñosamente le llamó la atención.
-¡Ey, ____! ¿Me estas escuchando?
Ella al sentir el caliente tacto sobre su brazo salió de su ensoñación.
-¿Estas bien?-preguntó Max.
-Si, si. Perfectamente-contestó mirándole con una sonrisa.- ¿Decías?
-Nada importante. ¿Segura que estas bien? Si quieres nos vamos a casa.
-En serio estoy bien. Solo me había quedado embobada pensando.
-¿Pensando? ¿En qué?
-En todo y en nada-contestó con ambigüedad para no contarle la verdad.
Una vez que terminaron de cenar, Max propuso ir a su casa. Una vez allí, desde el primer momento él dejó claro las intenciones que tenía en mente. Pasar un buen rato a su manera. Sentados en el sofá, Max empezó a besarle el cuello y a desabrocharle la blusa. ____ le seguía el juego, quería divertirse un rato con él pero sus ganas se fueron cuando al abrir los ojos a quien vio delante suya fue a Liam y no a Max. Nuevamente su mente volvía a jugarle una mala pasada. Tuvo que cerrar con fuerza los ojos y volverlos a abrir para evitar esa ilusión. Al imaginar que era Liam quien la besaba, quien la deseaba, quien la quería sola para él, había provocado malestar y sin dudar ni un segundo detuvo a Max. Era la segunda vez que le pasaba pero… ¿por qué?
-Max, Max, por favor, para-le rogó mientras lo apartaba de ella.
-Pero, ¿qué te ocurre hoy?-preguntó él.
-Nada. Tan solo… me duele la cabeza-contestó poniendo la excusa más común.
-Bueno, si es eso…relájate-le sugirió quitándole la blusa ya desabrochada.-Yo me encargo-le guiñó el ojo y volvió al ataque. La besó y al separarse volvía ser Liam. Con el pelo hacia atrás, con unos ojos que la miraba con deseo y con una sonrisa que quitaba el aire.-Prometo ir despacio-dijo Max deslizando su mano por la espalda de la muchacha en busca del cierre del sujetador haciendo que ____ volviese a la realidad.
-¡No!-exclamó apartándolo de ella.
-¿No qué?
-No… no puedo hacerlo.
-¿Cómo que no puedes?-volvió a besarle el cuello con verdaderas intenciones de llevar su boca más abajo.
-Max, para. En serio. No puedo-lo apartó de arriba suyo y se levantó.
Él molesto la miró y le preguntó grotescamente:
-¿Se puede saber por qué últimamente eres tan estrecha?
-¿Estrecha?-cuestionó incrédula.
-Si, hace días que no hacemos nada.
-Bueno Max, una relación no solo se basa en el sexo.
-Claro que no. Nuestra relación es un ejemplo de ello. Siempre tienes una excusa para rechazarme y la verdad que empiezo a sospechar.
-¿Sospechar? ¿Sospechar, de qué?-preguntó ella sin entender lo que quería decir.
-De ti y de ese amigo de tu hermano. Liam. A veces pienso que entre vosotros pasa algo.
-Max no digas disparates. Entre Liam y yo no pasa absolutamente nada. Solo somos amigos. Te lo he dicho miles de veces.
-Lo sé, pero sigo sin creérmelo. Y estoy completamente seguro de que ya te lo has tirado-soltó groseramente.
-¿Qué?-vocalizó no creyendo lo que estaba oyendo.-Max eres un imbécil. Será mejor que me vaya-dijo esquivando a Max para agarrar su blusa.
-Ves, ni siquiera me lo niegas.
-No voy a perder mi tiempo en negar algo tan absurdo como eso, Max-le dijo terminando de abrocharse la blusa.

Minutos más tarde, ____ estaba caminando sola por la calle rumbo a su casa. Se había peleado con Max por más de una hipótesis sobre ella y Liam que él había dejado relucir esa noche y no queriendo estar más en su casa decidió irse. Max se ofreció a acercarla a su casa, pero se negó en rotundo. Pensó en coger el metro pero a esa hora ya estaba cerrado, así que no le quedaba otro remedio que ir caminando a casa. Una media hora de paseo nocturno bajo el cielo estrellado. Seguía dándole vueltas a la discusión con Max. ¿Por qué había llegado a esa conclusión? ¿Tan poco se fiaba de ella? Estaba furiosa. Max no confiaba en ella, aunque era lo mejor para él. Ella tampoco era una santa. Más de una ocasión había casi caído en la tentación y ese ‘casi’ no era gracias a ella, sino a distintas interrupciones que habían provocado que no pasara nada entre Liam y ella. Así que en el fondo, Max hacia bien en dudar. Pero… él no sabía nada de los encontronazos e igualmente desconfiaba. ____ vivía una batalla interna consigo misma cuando pisó en falso y se cayó en el suelo rompiéndose el tacón de su zapato.
-No puede ser…-vocalizó mirando su calzado.- ¿Por qué soy tan torpe?-se preguntó así misma quitándose el zapato y mirando si tenía arreglo. Suspiró sulfurada.  Se dispuso a levantarse del suelo cuando al apoyar el pie descalzo sintió un gran dolor en el tobillo. Se lo había doblado de una forma muy brusca.
-Jolin, como duele-se quejó.
Tomándose su tiempo para asimilar el dolor de su tobillo, miró a su alrededor. La calle estaba desierta y realmente oscura. A penas había farolas y de las que había dos no funcionaban. “¡Genial! Sola, de noche, en la calle y con el tobillo lastimado. Perfecta presa para cualquier psicópata”-pensó ____ haciendo un gran esfuerzo para levantarse del suelo.

Queriendo llegar ya a casa, se puso a andar cojeando. A cada equis pasos tenía que detenerse porque su tobillo empezaba a dolerle más y más y las lágrimas en breve empezarían a asomar por sus ojos. El maldito dolor era insoportable y más si hacía presión. Continuó un poco más. Seguía sola en la calle. Nadie pasaba. Tan solo algunos coches que pasaban a toda velocidad pero no les daba mucha importancia hasta que uno de ellos que iba hacia la misma dirección que ella, la sobre pasó y se detuvo unos metros más adelante. Ella, extrañada, se detuvo en el acto. ¿Por qué se había parado y había puesto las luces de emergencia? Empezando a asustarse, se quedó allí, quieta, observando y dudando si continuar o no. Lamentablemente si quería irse a casa tenía que pasar al lado de aquel coche que no le era para nada familiar. Un audi negro. Nadie que conocía tenía uno. Disimuladamente empezó a dar pasos hacia atrás con la intención de dar la vuelta y tirar por otra calle cuando la puerta del automóvil se abrió y de él se bajó una persona. Por las luces, ____ tan solo veía una silueta que iba hacia ella. Atemorizada se dio la vuelta y echó a andar rápido. A paso ligero. Ignorando por completo el dolor de su tobillo. El miedo la había invadido.

Continuará...

sábado, 10 de mayo de 2014

Capitulo 40.

-¿Un beso?-preguntó Liam incrédulo.- Pero, ¿no crees que tu novio se enfadara cuando se entere?
-Mmm…-musitó ella mientras le daba la vuelta a la mesa y se posicionaba frente a Liam.-No te equivoques. Quiero un beso entre tú-señaló a Liam.-y él-y esta vez su dedo apuntaba en dirección de Harry.
Esta aclaración hizo que ambos amigos se mirasen sin entender nada.
-Estas de broma, ¿verdad?
-Para nada-contestó disfrutando del momento. La cara de Liam lo decía todo.
-Liam, es eso o desnudarte, tú eliges-dijo achinando los ojos mientras disimuladamente agarraba las llaves de Liam que estaban sobre la mesa.-Pero…sea lo que sea que hagas-continuó hablando.-…siento mucho decir que no estaré delante para presenciarlo porque me tengo que ir-dijo mirando la pantalla de su móvil, acababa de recibir un mensaje de Max.-Adiós a todos, un gusto conoceros-se despidió en general y después de agarrar su vestido le dio un beso en la mejilla a Harry como despedida.
-Te acompaño-dijo el anfitrión.
-Gracias pero no hace falta. Se dónde está la salida. Así que quédate aquí bello durmiente que tu princeso te tiene que despertar con un beso-bromeó y tras eso, miró a Liam y moviendo los labios sin emitir sonido le dijo: “Jodete”.
-¡Ah! Espero que si Liam no se desnuda, haga lo que le he dicho ¿de acuerdo?-sonrió con amplitud y después de hacerle una mueca a Liam, se fue.
En la entrada de forma apresurada se intentó poner el vestido pero mientras le daba la vuelta a la prenda unos abrazos musculosos la rodearon por detrás impidiendo que se moviera.
-¿A dónde crees que vas?-le susurró esa persona provocándole un escalofrío por todo el cuerpo.
-¡Suéltame, Liam!-le ordenó mientras forcejeaba con él.
-Devuélveme antes lo que me has quitado.
-No sé de que me hablas.
-Mis llaves de casa y del coche. Ahora-le exigió mientras la apretaba contra su cuerpo.
-Yo no tengo nada-mintió intentando esconder ambas llaves dentro de su puño.
-¿Te crees que nací ayer?
-Por tu edad mental, cualquiera diría que si.
-No te hagas la listilla-le susurró Liam en su oído.-No me gusta los listillos.
-Gracias por la información, lo apuntaré en mi libreta de me importa una mierda.
-No me tientes-le sugirió y su cálido aliento le acarició el rostro.
Él aprovechando que ____ había dejado momentáneamente de forcejear, le dio la vuelta, la empujó contra la pared y la acorraló presionándole las muñecas contra la pared a la altura de su cabeza.
-¿Podrías tener más cuidado?-se quejó ella.
El pecho de ____ subía y bajaba notablemente por el enfado que tenía. Liam se había dado cuenta y no podía evitar pensar que ____ estaba en ropa interior frente suya, a pocos centímetros. ____, esa chica que le hacía perder la cabeza. ____, esa chica que lo había cautivado. ____, esa chica. Ella tenía los dientes apretados para hacer denotar así su gran enfado hacia esa situación. Liam la estaba acorralando contra el hormigón casi desnudo, tan solo con el bóxer. Liam, ese chico que provocaba tantos efectos en su cuerpo y en ella misma en contra de su voluntad. Liam, ese chico que con solo una palabra conseguiría dominarla por completo. “Liam, ese chico que… era un idiota y al que mataría si pudiera”-pensó ___ mientras trataba de liberarse de su agarre.
-Tengo cuidado con las mujeres.
-¿Me tengo que tomar eso como un insulto?-preguntó irónica.
-Tómatelo como quieras. Ahora abre esa mano-dijo apretando su muñeca izquierda con poca fuerza para no hacerle daño.
-Liam, será mejor que me sueltes sino quieres quedarte sin dignidad de padre-le advirtió.
____ estaba a la distancia y posición perfecta para meterle un rodillazo en la entrepierna pero él captando sus intenciones colocó una pierna entre las de ella  y presionó su cadera contra la de ella inmovilizándola de esa manera y también acortando las distancias entre ambos ahora a penas inexistente.
-Liam apártate de mi o…
-¿O qué?-la tentó pegando su nariz a la de la muchacha.
____ ya se había perdido en esos ojos color café que la miraban con deseo, con lujuria, con ansias de probar sus labios.
-O…-balbuceó cerrando los ojos y aspirando el fuerte olor de Liam claramente perceptible a aquella distancia.-O grito-concluyó abriendo nuevamente los ojos y recuperando la cordura.-Alguien vendrá.
-Hazlo. Prometo callarte-le advirtió con una sonrisa en el rostro.
-Atrévete a callarme.
-¿Segura?-cuestionó Liam inclinando la cabeza hacia un lado para encajar sus labios sobre los de ella.
-¡Eh, vosotros!-exclamó alguien sobresaltando a ambos.
Liam abrió los ojos y vio que ____ miraba en dirección de donde había provenido la voz. Él, enfadado por otra ocasión perdida de besarla miró hacia Harry quién los había interrumpido.
-¿Interrumpo?-cuestionó el amigo completamente consciente de que si.
Liam sulfurado se apartó de ____.
-Para nada-contestó Liam llevándose las manos a la cintura.-¿Verdad, ____?
Ella lo miró durante unos segundos y contestó imitándole:
-Para nada.
-Cualquiera diría que estabais a punto de besaros-dijo sin tapujos provocando un silencio incómodo.-Pero no puede ser. ____ tiene novio y no la veo capaz de ir por ahí besando a otros-comentó Harry a propósito.
-Harry, ¡cierra el pico!-exclamó Liam viendo que ____ se había incomodado y avergonzado por el comentario de su amigo.

Continuará...

sábado, 3 de mayo de 2014

Capitulo 39.

Una nueva partida concluyó dándole nuevamente la victoria a la muchacha que feliz solo supo regodearse de ello. Liam como perdedor se deshizo de otra prenda, esta vez de su bañador que dejó relucir el bóxer blanco que llevaba por debajo. Un bóxer realmente apretado que se ajustaba a la perfección a la silueta de Liam.
-Sigamos pues-dijo el muchacho sentándose en la silla mientras dejaba el bañador sobre la mesa.
Él empezaba a sentirse presionado. Una partida perdida más y se quedaría desnudo ante todas aquellas hienas femeninas que aguardaban expectantes el momento, el gran momento de su derrota. Él había subestimado a ___ que sabía jugar mejor de lo que se pensaba. Era realmente buena o… tan solo tenía suerte.
Harry repartió. Liam, un as y un diez. ___, un as y un ocho. Tras tener las cinco cartas bocarriba y haber hecho la apuesta final, era el turno de enseñar las cartas. Primero fue ___. Tenía doble pareja. Liam al ver las cartas de la muchacha no pudo evitar sonreír mientras enseñaba las suyas. Había ganado.
-Gana Liam-anunció Harry mirando las dos caras totalmente opuestas que tenían ambos jugadores.
Liam sin poder disimular su felicidad se acomodó en la silla para adoptar una posición chulesca que molestara a ___ y le dijo complacido consigo mismo:
-Vaya, vaya… ¿ahora no te ríes?
Ella mantuvo la mirada fija en las cartas durante unos segundos hasta que finalmente le contestó:
-¿No has oído eso de que quien ríe el último, ríe mejor? Aún no hemos acabado. Queda una partida más.
-Ya, pero antes como buena perdedora…-dijo dejando la frase en el aire.
Ella armándose de valía, se levantó avergonzada pero a la vez furiosa por haber perdido y miró a su alrededor arrepintiéndose al momento. Había más gente que al principio. Después le dirigió una mirada a Liam que no borraba la sonrisa de su rostro y finalmente se dispuso a proceder. Se llevó las manos al vestido que se ceñía sobre su cuerpo y lentamente lo fue subiendo, destapando a su paso, sus piernas, cadera, cintura…hasta que finalmente el trozo de tela no cubría nada. Liam sin a penas pestañear siguió el recorrido del vestido por el hermoso cuerpo que se erguía ante él. Sin desearlo, _____ había provocado un alboroto entre el sector masculino que no supieron contener sus comentarios y adulaciones. Ella realmente avergonzada se sentó colocándose el vestido sobre el regazo intentando así taparse lo máximo posible. Harry se acercó a ella y le murmuró en el oído con la intención de que solo ella lo oyera:
-Bonito tanga.
Eso hizo que se sonrojara aún más. Liam ignorando el claro rubor que se había manifestado en el rostro de ____ por algún comentario de su amigo, propuso que se continuara con el juego. Empezó una nueva partida. Harry, tras barajar, repartió. Liam le tocó una pareja de jotas, una de diamante y otra de trébol; y a ____ un as de diamante y un cinco de picas. Hicieron las apuestas iníciales y Harry puso sobre la mesa tres cartas; ocho de trébol, diez de diamante y una reina de trébol. Esas cartas, hasta el momento, no beneficiaban ni a uno, ni a otro pero el que tenía la probabilidad de ganar era Liam al contar con una pareja. ____ estaba nerviosa, esa era la última partida. Cualquiera que perdiera ahora tendría que ponerse en el compromiso de desnudarse o aceptar lo que la otra persona ganadora le propusiese y ____ no sabía que le daba más miedo. Si desnudarse o hacer lo que Liam le dijera. El muchacho tenía que apostar y se tomó su tiempo para pensarlo. Miró a ____ que tenía la mirada fija en él, tratando de aparentar tranquilidad con un gesto neutro que no delatara absolutamente nada para no darle ventaja. Lo observaba con detenimiento. Su pelo que ya iba necesitando cortarlo, sus ojos color café, sus labios…
¡Quién los besara…! ¿Por qué me tiene que resultar tan guapo y atractivo este idiota?”-pensó sin tapujos ____; y justo en ese momento Liam esbozó una sonrisa como si hubiera leído sus pensamientos.
 El muchacho desviando su mirada hacia las fichas que tenía a su lado, agarró unas cuantas e hizo la apuesta. ____ dubitativa la igualó. Harry colocó otra carta sobre la mesa, una reina de picas. Esta carta torcía la balanza por completo hacia Liam y se convertía en otra carta inservible para ____. Hicieron las apuestas y se volvió a colocar otra carta sobre la mesa; un as de picas. Liam apostó y miró a ____ para ver si igualaba su apuesta. Estaba nerviosa se acercaba el momento de enseñar las cartas y si perdía… Su pecho subía y bajaba apresuradamente. Tras tomarse su tiempo, decidió continuar. Ambos enseñaron sus cartas y ambos tenían doble pareja pero ____ ganaba por tratarse de números más elevados. Cuando Harry anunció que la victoria era de la muchacha, esta se levantó eufórica, sin importarle el hecho de estar en ropa interior, algo que antes la cohibía.
-¡Gané!-exclamó con una sonrisa en el rostro.
Harry se levantó y abrazó a ____ pegándola completamente a su cuerpo. Liam permanecía sentado sin apartar la vista de la mano de su amigo que sobre el cuerpo de ____ peligrosamente se acercaba a un lugar prohibido situado más allá de la cintura. Queriendo crear espacio entre ambos, dijo llamando la atención de la muchacha:
-Vaya, así que la suerte de principiante si que existe.
Ella se soltó de Harry y lo miró directamente molesta por el comentario.
-¿Perdona? ¿Qué has dicho?
-Lo que has oído-le sonrió y su mirada se posó sobre la mano de Harry que agarraba con firmeza la cintura de ____.
-Lo que tú digas…-murmuró entre dientes.-Pero haya sido suerte o no, la cuestión es que he ganado y tú has perdido…-achinó los ojos desafiándolo.-Así que estas tardando en pagar prenda.
Liam bebió de su cerveza y tomándose su tiempo, le dijo:
-¿Sabes? Hay un problema-hizo una pausa.-Y el problema es que a mí nunca me ha gustado ser un exhibicionista y…
-Tienes miedo-____ lo interrumpió.   
 -¿Cómo?-preguntó él levantando una ceja en señal de desentendimiento.
-Lo que has oído-dijo imitándole.-Tienes miedo.
-¿De qué? Según tú…-cuestionó burlón.
-De que tus amigos sepan que la tienes chica-contestó golpeándole directamente en la hombría.
Esta frase fue seguidamente acompañada por un “oh” al unísono por todos a excepción de Liam y ____ que se batían en duelo con sus miradas. Él sintiéndose herido, se levantó y sin darle tampoco mucha importancia al comentario, le propuso:
-Cuando quieras en privado te muestro cuán chica es.
-Lo siento, no he traído el microscopio-dijo separando por muy poco espacio su dedo índice y pulgar.
Todos los demás empezaron a bromear con eso y a hacer sus propias contribuciones a la batalla que se había creado entre Liam y ____. Harry queriendo sacar a su amigo de un apuro intervino silenciando a todos.
-Bueno, bueno, todos conocemos a Liam y sabemos que no le gusta ser el centro de atención a pesar de que frecuentemente lo sea, así que entendamos que no quiera pagar prenda-las chicas empezaron a abuchear a Harry por el comentario.-Con lo cual-continuó.- ____ tiene que decidir que otra cosa tiene que hacer Liam… Lo que tú quieras-dijo el muchacho animándola.
-¿Lo que yo quiera?-cuestionó mientras pensaba. Tenía la oportunidad de devolverle la jugarreta de las esposas y no pensaba desaprovecharla.-Quiero…-murmuró en voz baja.-Quiero un beso-dijo finalmente provocando que Liam frunciera el ceño confundido. ¿En serio había pedido eso?


Continuará...