Acababan de llegar a casa. Liam
llevaba a ____ en brazos y habían tenido alguna que otra dificultad para abrir la
puerta.
-Confirmado. Hoy estás muy torpe-dijo
Liam cerrando la puerta de una patada.
-No tendría que abrir yo la puerta si
no me llevaras en brazos.
-Así tardaríamos más.
Liam tras encender la luz como
buenamente podía se dirigió a la cocina. Una vez allí, la dejó sentada sobre la
isla de la cocina.
-¿Por qué me has traído aquí?
-Será mejor que te pongas algo frío en
el pie-le dijo abriendo el congelador.-A ver… ¿qué te apetece? ¿Guisantes o
rodajas de merluza?
-Guisantes, sin duda. Muy
nutritivos-habló irónicamente.
Liam agarró la bolsa de guisantes
congelados y se sentó en el taburete de la isla de la cocina. Con cuidado
atrajo el pie de ___ hacia su regazo y le colocó la bolsa en el tobillo. Al
entrar en contacto con su piel, ____ se quejó.
-____ tienes el tobillo muy hinchado.
Sigo pensando que deberíamos ir a que te lo miren.
-No hace falta Liam. Esto me ha pasado
miles de veces. Mañana mi tobillo volverá a la normalidad, ya verás. Pero mañana
cuando mi hermano regrese y descanse un poco, le pediré que me lo mire si así
te quedas más tranquilo, papá-ironizó la ultima palabra.
-Muy graciosa-comentó apretándole los
guisantes contra el pie a propósito.
-¡Liam!-se quejó y él echó a reír.
Tiempo más, ____ estaba tumbada en su
cama intentando dormir. Se había duchado y puesto un pijama de verano. En la
ducha había tenido más de una dificultad en entrar y salir de la bañera pero
con maña lo había conseguido sin tener que pedirle ayuda a Liam. ___ solo sabía
dar vueltas en la cama y con cada movimiento, le dolía más su tobillo. Hacía un
calor asfixiante. Era de noche y hacía los mismos grados que por la tarde.
Tenía la ventana abierta pero por ahí solo entraba aire caliente y tenía el
ventilador puesto que tan solo removía el aire por lo que era inservible. Hacía
una hora que se había duchado y estaba casi decidida de hacerlo otra vez.
Cansada de dar vueltas en la cama y con la boca seca, decidió levantarse e ir a
la cocina a por un vaso de agua. Al entrar, no encendió la luz para no molestar
a Liam que había dejado la puerta abierta. Aunque tampoco hacia falta. Con la
luz que entraba por la ventana de la cocina se podía vislumbrar las cosas como
para no chocarse con ellas. _____ fue directa al frigorífico, lo abrió y agradeció
el frío que salía del interior. Buscó la botella de agua y tras agarrarla,
cerró la puerta de la nevera. Al darse la vuelta se llevó un susto al ver la
silueta de alguien sentado en la isla de la cocina.
-Soy yo-anunció Liam.
-¡Joder! ¿Qué haces aquí a estas horas
con la luz apagada?-preguntó cuando recobró la compostura.
-No podía dormir-contestó agarrando la
copa que tenía ante él de la que tomó un sorbo.
-Yo tampoco-admitió ella.-Hace un
calor sofocante y el maldito aire estropeado-dijo sirviéndose agua.- ¿Quieres?-le
ofreció y el negó con la cabeza.
-¿Sabes por qué se estropeó?
-No. Fue de un día para el
otro-contestó guardando la botella en el frigorífico.
-Mañana podría echarle un vistazo.
-¿También sabes de aires
acondicionados? ¿Hay algo que no sepas?
-Solo he dicho que lo voy a mirar, no
que lo vaya a arreglar-le sonrió y bebió de su copa.
____ se sentó en el taburete que
estaba al lado de Liam y desde esa distancia lo podía contemplar mejor. Llevaba
un pantalón de pijama y el pecho al aire como siempre.
-¿Cómo va ese tobillo?-le preguntó
mirándola.
-Dolorido, muy dolorido.
-¿Por qué no te pones un rato más los
guisantes?
-Me vendrían bien-admitió
levantándose.
-No te muevas, voy yo-sacó los
guisantes del congelador.- ¿Por qué no te sientas en la isla como antes?-le
sugirió.
Ella complacida le hizo caso. Se puso
de espalda a la isla e hizo fuerza con las manos apoyadas en ella para subir.
Liam la ayudó agarrándola por la cintura y prácticamente sentándola él encima
del mueble.
-Tu tobillo sigue igual o peor que
antes-comentó Liam acercándole la bolsa al tobillo.-Tienes que tener el pie en
reposo pero no paras quieta.
-Eres peor que Louis-se quejó
revoloteando los ojos.- No es para tanto-hizo una pausa mientras pensaba algo
para cambiar de tema.- ¿Qué bebes?-preguntó curiosa mirando la copa que había
sobre la mesa.
-Vino tinto, ¿quieres?
Ella agarró la copa y la olió.
-¿Desde cuándo hay vino en esta
casa?-preguntó sacándole una sonrisa a Liam por la forma tan exagerada en que
lo había dicho.
-Desde que yo vivo aquí. Soy un
aficionado a los vinos por culpa de mi tío-le explicó.
-Vaya. No lo sabía-dijo mirándole
expectante.
-Todo empezó cuando Louis y yo nos
fuimos una larga temporada. Por una serie de cosas donde tu hermano y yo
estuvimos involucrados, mi padre decidió mandarnos a vivir con mi tío a
Valladolid; y tu padre no se opuso a ello. Allí, mi tío tenía una bodega
inmensa de vinos y al principio no me llamaba la atención pero con el tiempo y
por la forma tan entregada que mi tío hablaba de ellos, acabé interesándome.
-¿Y… mi hermano también se interesó?
-No, él, no-contestó con la mirada
perdida en la nada.-Él estaba interesado más en otras cosas.
-¿Qué cosas?
Liam se quedó callado mientras
meditaba hasta que finalmente le contestó de forma escueta.
-Chicas.
____ frunció el ceño. Le había parecido
raro tanto el tiempo que Liam se había tomado para contestar como la
contestación. Su hermano era muy tímido en eso de las chicas y juraría que lo
poco que él le había contado sobre esta etapa le había que dicho que no había
tenido royos ni novia hasta un año, o dos, después de entrar en la universidad
porque se pasaba gran parte del tiempo estudiando, todo lo contrario a Liam.
Pero ____ no queriendo entrar en ese tema, al menos por esa noche, prefirió
ignorar las ideas que rondaban su cabeza.
-¿Y? ¿Te gusta?-le preguntó Liam
devolviéndola a la realidad.
-¿El qué?-lo miró frunciendo el ceño.
-El vino-le aclaró.
____ miró la copa que tenía entre las
manos y finalmente le dio un sorbo. El vino nunca le había llamado mucho la
atención. Es más recordaba la primera vez que su padre le había dado a probar
el vino y su rápida reacción de devolverlo a la copa. Pero al probar el vino
que estaba bebiendo Liam, le había gustado. Sobre todo por el sabor que le
había quedado en la boca. Un sabor de uva y roble.
Continuará...
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