martes, 29 de julio de 2014

Capitulo 46.

-Ese día mis padres estaban volviendo de un viaje. Se habían ido dos semanas a las Islas Caimán para celebrar sus veinticinco años de casados. Esas dos semanas las había pasado sola en casa, haciendo lo que quería cuando quería-relataba la muchacha.-Ese día estaba en casa ansiosa por verles cuando recibí una llamada…

Flashback.
-Si, ¿quién es?-dijo ____ nada más descolgar el teléfono.
-Hola, llamo desde El Hospital Rosales Bermúdez, encontramos este número en el teléfono del señor Mark Tomlinson… ¿es usted familiar?
-Si, ¿por qué? ¿Qué le pasó a mi padre?-preguntó asustada empezando a hiperventilar.
-El señor ha sufrido un accidente, está muy grave…
____ no escuchó más, salió corriendo de su casa dejando el teléfono descolgado y casi la puerta abierta. Pero le quedaba sensatez en el cuerpo por muy poca que fuera.

Nada más llegar al pasillo de la habitación que le había indicado recepción que era donde estaba su padre, vio a Louis de pie, frente a la puerta. Tembloroso. Con miedo de entrar o esperando algo. Hacía tanto tiempo que no lo veía que le había costado reconocerlo. Siete años pero cada día que pasaba se parecía más a su padre. Era irremediable el gran parecido.
-Louis…-susurró ____ cuando estuvo a su altura.
Él desvió la mirada de la ventanilla por la que miraba lo que ocurría en el interior de la habitación y la posó sobre la muchacha con la respiración acelerada y la cara roja de tanto llorar. Sin pensarlo, ambos se aproximaron y se fundieron en un abrazo. Estuvieron en silencio minutos y minutos, conteniéndose el uno al otro con ese abrazo que ____ había deseado que fuera interminable pero una vez que se separaron, ella le preguntó:
-¿Cómo te has enterado?
-El apellido es lo que tiene. Tengo un amigo que trabaja aquí y conocía a papá…Nada más saber lo que le había pasado, me llamó y le pedí que te avisara a ti-explicó tratando de ser fuerte.
-Pe…pero, ¿qué ha pasado?
-Han sufrido un accidente. Papá y mamá…-le costó tanto decir esas dos palabras tras años sin pronunciarlas que tuvo que tragar saliva después.-…iban en un taxi rumbo a casa cuando un coche que venía en dirección contraria, chocó con el taxi y bueno…-dijo dejando la frase en el aire.-Papá, lo acaban de sacar del quirófano…y no te voy a mentir ____ se ve que estas grande… papá está realmente grave y mamá…
-¿Y mamá?-preguntó temiéndose lo peor.
-Mamá ha corrido peor suerte. Mamá ha muerto, ____-dijo haciendo que la muchacha sucumbiera al llanto. No podía ser cierto. Estaba mintiendo.-Mamá iba en el asiento del copiloto. Sabes como es ella que nunca le había gustado ir en la parte de atrás porque se mareaba fácilmente-le explicaba Louis abrazándola y conteniéndola lo mejor que sabía.

Las horas pasaron y aquella habitación de hospital, donde estaba el padre de familia, había sido durante toda la noche el lugar donde hijo e hija, habían llorado sin consolación por ver a su padre empotrado en una cama sin dar señal alguna de vida, excepto los que percibían las máquinas a la que el hombre estaba enchufado. Louis intentaba que su hermana durmiera un poco; pero era imposible. La muchacha tenía miedo de que su padre se despertase por la noche y de que ella no fuese la primera en saludarle. Para no conciliar el sueño, se movía por la habitación de un lado a otro. En una de sus idas y venidas, vio que su padre empezaba a mover sus dedos, y poco a poco abría los ojos mientras movía su cabeza. Ella sorprendida, se acercó rápidamente a su padre, llamando la atención de Louis que permanecía sentado mirando al suelo.
-¡Papá!-exclamó ____.- ¿Estas bien?
-Cariño-habló con una voz un poco ronca.-Pensé que no volvería a verte-sonrió mientras le acariciaba la mejilla a su hija, evitando transmitirle el miedo que sentía por estar en aquella cama, en aquella situación.
-¡Papá! ¿Estás bien? ¿Te duele algo?-preguntó Louis ignorando todos y cada uno de las diferencias que habían tenido en el pasado.
-Louis…-susurró el hombre con incredulidad.- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo estas? Yo…-trató de decirlo todo de una vez pero se quedó sin saber como empezar.
-Papá, eso no importa ahora-dijo Louis previendo su intención de arreglar las cosas en aquel preciso momento.
Mientras su padre y su hermano hablaban como si no llevaran años sin verse, ____ apoyó con cuidado la cabeza sobre el pecho de su padre y lo abrazó con fuerza, la precisa para que no le doliera. Por los ojos de la chica, empezó a brotar las lágrimas, esta vez de alegría. Sentía mucha alegría de volver a oír la voz de su padre, ya que sentía miedo de que ese sonido se ahogara en un eterno silencio. Cerró los ojos mientras escuchaba el sonido de su corazón; y suspiró de satisfacción. En ese momento, el sonido que la tenía cautiva, dejó de oírse. Asustada, levantó la cabeza y miró a su padre, que tenía los ojos cerrados. Se alejó, y miró a Louis, que gritaba intentando hacer que el hombre volviera a abrir los ojos. Se escuchaba un pitido ensordecedor que procedía de una de las máquinas a la que él estaba enchufado. Al instante, la habitación se llenó de enfermeras y médicos. Todos se movían alrededor de ____, que permanecía allí, como una estatua mirando el cuerpo inerte de su padre sobre la cama.
Findelflashback.
____ ya no aguantaba más las lágrimas. Cerró los ojos y las dejó salir. Liam no pudiendo verla así, la atrajo hacia su cuerpo y la abrazó con fuerza. Ella necesitando ese contacto, le rodeó la cintura con sus brazos y hundió su rostro en el cuello de Liam. El muchacho le empezó a acariciar el pelo con dulzura mientras esperaba que se tranquilizara. Así estuvieron un largo rato donde reinaba el silencio interrumpido por los sollozos de la muchacha.
-Lo siento mucho, ____. Sé que es duro perder a las personas más importantes de tu vida y no hay palabras indicadas para decir en estas situaciones pero piensa que están en un lugar mejor.
Ella suspiró.
-Lo sé-dijo separándose de Liam para limpiarse las lágrimas.-Ya me mentalicé de todo eso hace tiempo pero me es inevitable no echarles de menos…
-Te entiendo y siento mucho haber hecho que hablarás del pasado.
-No pasa nada-dijo ella limpiando el cuello de Liam, el cual estaba mojado por sus lágrimas.-Ahora entiendes por qué no quiero ir a un hospital. Lo evito todo lo que puedo. Allí solo vas a que te den una mala noticia…
-No siempre-la contradijo.- ¿Qué me dices de una embarazada? Ese momento en el hospital es el día más feliz de su vida.
-Puede ser-admitió cabizbaja. El recuerdo de sus padres la hacia polvo.
Liam mantuvo la mirada fija en sus mejillas rosadas y empapadas por las lágrimas que empezaban a cesar. No pudiendo resistirse, le limpió unas lágrimas remolonas con su pulgar.
-____, anímate por favor. No me gusta verte así-le rogó el muchacho con cara de súplica que hizo sacarle una sonrisa a ____.
-Pero si es la primera vez que me ves así-dijo ella cerrando los ojos y poniendo su mano sobre la de Liam que estaba sobre su mejilla.
-Puede ser-afirmó.-Pero solo con una vez me ha servido para darme cuenta de que no me gusta verte así. Quiero verte sonreír. Me gusta verte sonreír.
-¿Y sabes que me gusta a mí?-preguntó ella dedicándole una sonrisa.
-Dime.
-Esto.
____ lo atrajo hacia ella y lo besó para saborear esos labios que empezaban a ser adictivos para ella.



Continuará...

jueves, 19 de junio de 2014

Capitulo 45.

-¿Y? ¿Me lo vas a decir o qué?-preguntó ____ impaciente.- ¿Qué quieres?
Liam tomándose su tiempo, sirvió vino en la copa que ya estaba vacía. Sabía exactamente lo que le iba a pedir. Ahora que tenía la oportunidad, no pensaba desaprovecharla. Una vez que dejó la botella sobre la isla, la miró con una sonrisa en el rostro y agarrando la copa le contestó distraídamente:
-Quiero probar el sabor del vino en tus labios…-ella frunció el ceño.-Y por si no he sido lo suficientemente claro…-se aclaró la garganta y acercó sus labios al oído de la muchacha.-____, quiero un beso tuyo-y tras eso sin apartar la mirada de su rostro, bebió vino de la copa y se la ofreció a ____ que la agarró gustosamente.
Ella creyendo que bromeaba, sonrió y le dijo:
-Muy buena, Liam. Ahora en serio. ¿Qué quieres?
-Ya te lo he dicho-dijo tratando de descifrar si el rostro de la muchacha reflejaba asombro, desconcierto, alegría, desacuerdo o todo a la vez.-Pero… tan solo si tú quieres. Claro está-añadió.
____ evitando tener que contestar o decir algo, se llevó la copa a la boca y bebió un largo trago mientras pensaba en lo que acababa de pedirle Liam. Cuando ya había alargado todo lo posible el silencio, se apartó la copa de la boca y se dispuso a hablar cuando Liam llevó su pulgar a la comisura de sus labios dónde se había quedado una gota de vino. Se la limpió y seguidamente se llevó el dedo a su propia boca haciendo que ____ dejase de respirar durante unos segundos. Liam podía ser extremadamente sexy tan solo chupándose el dedo inocentemente, sin ninguna pretensión. Jodidamente sexy y tentador.
-¿Y?-cuestionó Liam humedeciéndose los labios.
Ese gesto hizo que a ___ se concentrara en sus labios y le costase más buscar las palabras exactas para negarse. Le encantaba la idea de besarlo pero estaba Max. No podía hacerle eso.
-Liam…-dijo por fin.-No creo que sea una buena idea…no…-él la interrumpió agarrándola por la barbilla y mirándola fijamente.
-No te estoy preguntando si crees que es una buena idea o no. Te pregunto si quieres.
Liam la miraba con lujuria, con unas ganas de besarla y ____ que hasta entonces nunca se había dado cuenta de que la miraba de esa forma, ahora si lograba verlo. Quería decirle que si, gritar si o directamente besarlo ella…
-Bésame-le pidió ____ con la voz tan baja que Liam a penas la oyó.
Pero eso bastó para que Liam capturara los labios de ____ entre los suyos. ____ en el momento en que sintió que los labios de Liam tocaban los suyos, no lo pensó más, lentamente puso sus manos sobre el pecho de Liam y se dejó llevar. Él sonrió para sus adentros unos segundos. Con ese beso ambos dejaron relucir sus deseos más irrefrenables. Sin importar los demás. Solo ellos. Se devoraban mutuamente. Saboreándose y acariciándose, el uno al otro.  Al sentir que Liam iba a separarse, ____ lo detuvo agarrándole por la nuca. Él sonrió complacido. Cuando, por fin, se separaron, se quedaron mirándose a los ojos mientras sus respiraciones volvían a la normalidad.
-¿Jugamos otra vez?-preguntó ____ bromeando.
Él sonrió y sin pensarlo se aproximó nuevamente a ella para seguir jugando pero no a las cartas, sino con sus labios.

El cansancio empezaba a hacer mella pero ninguno de los dos se quería ir a dormir y que la noche acabase sin más. Se estaban divirtiendo. Conociéndose el uno al otro inconscientemente. ____ distraídamente mientras se reía de algo gracioso que había dicho Liam se golpeó el pie malherido contra la isla de la cocina, donde estaba sentada y un gesto de dolor se reflejó en su rostro.
-¿Estás bien?-preguntó Liam preocupado.
-Si, solo me he golpeado el pie-afirmó mordiéndose el labio interior para retener las ganas de gritar.
-____, sonare repetitivo, pero vayamos al médico-propuso Liam por enésima vez esa noche.
-¡No!-exclamó espantada.-En serio no hace falta-sonó mas relajada.
Liam la observó durante unos segundos, tratando de entender por qué se resistía a ir al hospital a que le mirasen el pie.
-Empiezo a pensar que tienes miedo a los hospitales-soltó él sin más.
-¿Qué?-ella lo miró con el ceño fruncido.-Oh vamos, Liam. ¿Miedo a los hospitales?-preguntó burlona.-No…-negó de una forma poco convincente.
-Si, también conocido como nosocomefobia. O es eso, o eres una verdadera masoquista. Aunque creas que no me he dado cuenta, sé que has estado toda la noche intentando que ni te rozara el aire si fuera posible-ella lo miraba en completo silencio.-Te duele el pie porque te lo has torcido y hasta seguramente tengas un esguince y te resistes a ir a que te lo miren. ¿Me vas a decir el por qué o voy a tener que llevarte a rastras?-preguntó muy serio.
Ella suspiró y evitó la mirada de Liam que no se apartaba de su rostro y empezaba a intimidarla. Estuvo en silencio durante minutos, largos e interminables minutos hasta que finalmente decidió confesarle lo que pasaba:
-No tengo miedo, tan solo que no me gusta y si puedo evitar ir, mejor que mejor.
-¿Por qué?-cuestionó él frunciendo el ceño.
Ella temerosa volvió a desviar la mirada y él dándose cuenta de que quizás se estuviera entrometiendo demasiado, rectificó:
-Si no me lo quieres contar, lo entiendo. Pero creo que deberías ir por tu propio bien.
Liam le dio un beso en la frente que la conmovió por dentro.
-Ahora será mejor que nos vayamos a dormir-le sonrió el muchacho con la intención de suavizar la situación.
-Por mis padres-dijo ella con los ojos cerrados y al abrirlos, observó la cara de desentendimiento de Liam.-La última vez que estuve en un hospital me dijeron que mis padres habían muerto-tragó saliva con dificultad, le costaba hablar de ellos.-A pesar de que en días se cumplirá un año que pasó, aún lo recuerdo como si hubiese sido ayer-le empezaba  arder los ojos.-Ese día mis padres estaban volviendo de un viaje. Se habían ido dos semanas a las Islas Caimán para celebrar sus veinticinco años de casados. Esas dos semanas las había pasado sola en casa, haciendo lo que quería cuando quería-relataba la muchacha.-Ese día estaba en casa ansiosa por verles cuando recibí una llamada...


Continuará...

martes, 3 de junio de 2014

Capitulo 44.

La noche avanzaba y ellos seguían allí. Charlando y contándose, el uno al otro, anécdotas graciosas. Ninguno tenía sueño. Se lo estaban pasando bien. Los guisantes empezaban a derretirse y a dejar de estar congelados por lo que Liam decidió devolverlos al congelador. Su trabajo había concluido.
-Vaya, veo que voy a tener que servirme otra copa de vino-comentó él con una sonrisa en la cara al ver que ____ no soltaba la que en un principio era suya.
-¿Para qué ensuciar otra copa si podemos beber los dos de la misma?-preguntó ofreciéndosela.
-____ deja de beber. Me parece que ya estás borracha-bromeó.
-Para nada, aún queda para eso.
-¿Ah, si?-cuestionó él tomando un sorbo de vino.- ¿Y qué me dirías si te pido una revancha en el póker?
-¿Ahora?-preguntó sorprendida.
-Ahora-contestó mirándola desafiante.
-¿Dónde están las cartas?-preguntó como forma de afirmación.
-Un minuto-dijo Liam antes de desaparecer por el marco de la puerta de la cocina para al rato volver con una baraja y una caja llena de fichas del póker en las manos.
-¡Genial!-exclamó quitándole las cartas y empezando a barajar.
Liam mientras la observaba se sentó en el taburete que estaba a un lado de ella que aún continuaba sentada sobre la isla de la cocina y empezó a repartir las fichas. Tras terminar de barajar, ____ repartió dos cartas para cada uno. Cuando las miró, hizo la apuesta y Liam la igualó. Cuando tuvieron las cinco cartas bocarriba sobre la mesa, ambos giraron las cartas y comprobaron que Liam ganaba. El muchacho sonriendo, admitió:
-Mmm…empezamos bien.
____ le dedicó una mirada de pocos amigos y se dispuso a quitarse la camiseta de tirantes del pijama cuando él la detuvo y le preguntó mientras se levantaba:
-¿Me dejas a mí hacer los honores?
Ella sin desviar su mirada de la de él, levantó sus brazos en signo de afirmación. Liam le agarró la camiseta y lentamente la fue subiendo. Acariciando con sus manos la piel que quedaba al descubierto. ____ cerró los ojos mientras disfrutaba de las caricias. Cuando estuvo liberada de la prenda, los volvió a abrir y tratando de ignorar el momento que acababa de vivir y tratando de controlar sus pensamientos, le dijo:
-Te toca barajar.
Liam sonrió y agarró las cartas. Tiempo más tarde, ____ había vuelto a perder. No sabía que le pasaba pero no le tocaba cartas decentes, con las que poder jugar en condiciones.
-¿También quieres hacer los honores?-preguntó un poco molesta. Odiaba perder.
-Me encantaría… pero te noto algo enfadada.
-¡Calla y baraja!-le ordenó haciendo que Liam se echara a reír.

-¡Ni una, ni una he ganado!-exclamó ____ al comprobar nuevamente que Liam vencía.
Él no podía contener la risa, le hacía mucha gracia la forma que tenía la muchacha de tomarse una derrota. Ella agarró la copa de vino y se bebió de un trago lo que había que no era poco.
-¿Y qué se supone que tengo que hacer?-preguntó ella tras aceptar que había perdido.
-Quitarte una prenda-contestó Liam levantándose del taburete con una sonrisa.
-Te preguntaba por la contraposición que tendría que hacer en el caso de que no quisiese quitarme la prenda.
-Oh, eso-vocalizó apoyando las manos en la isla de la cocina, una a cada lado de las piernas de ____.-He estado dándole vueltas mientras jugábamos y… he decidido que tienes que… desnudarte.
-¿Cómo?-preguntó pasmada.
-Lo que has oído…-murmuró llevando su mano al tirante del sujetador y lentamente lo deslizó por el hombro de ____.
Ella se había puesto nerviosa y su respiración se entrecortó al sentir el roce de los dedos de Liam contra su piel. Él, al notarlo, le sonrió y acercando sus labios al oído de la muchacha, le susurró:
-Tranquila, nunca sería capaz de hacerte esto.      
Liam le dio un dulce beso en el cuello y le volvió a dejar el tirante del sostén como estaba en un principio. Ella se quedó callada mirándole.
-____ ¿estas bien? ¿Y esa cara?-le preguntó al ver que no hablaba.
 -Esta cara es la de pensar porque estoy pensando si meterte una patada en los huevos y estrangularte o ir directamente a lo de estrangularte. ¡Idiota!
-Oh, vamos, ____. Estaba de broma. Tan solo quería devolverte lo que me hiciste pasar esta tarde. ¿Cómo se te ocurrió pedirme que besara a Harry?
-No sé, fue lo primero que se me ocurrió-confesó.-Me pareció gracioso.
-Ya pero a mí, no.
-¿Y al final lo hiciste?-preguntó curiosa.
-Muy a mi pesar, sí-contestó mirando hacia otro lado.
-¿En serio?-cuestionó para cerciorarse y él afirmó con la cabeza.
-Mis amigos son muy fieles a este tipo de juegos-comentó Liam tratando de no recordar lo que había tenido que hacer.
____ echó a reír a carcajada limpia. Solo imaginarse a Harry y Liam besándose, ya fuera solo un pico, se daba por devuelta todas y cada una de las bromas que él le había hecho.
-Si, si, tú ríete-dijo Liam empezando a hacerle cosquillas.
-No, Liam, por favor, para-le rogaba con las lágrimas de alegría asomando por sus ojos. Ella, sin poder aguantarse porque empezaba a dolerle la barriga, se echó hacia atrás quedándose tumbada sobre la isla mientras él continuaba ignorando sus plegarias hasta que finalmente paró. Una vez que ____ dejó de reír, trató de que su respiración volviese a la normalidad.
-Sí, tú ríete de mi desgracia pero te recuerdo que ahora me toca a mí elegir lo que tienes que hacer-le dijo Liam agarrando con su dedo índice la parte del sujetador que quedaba entre los pechos de la muchacha para tirar de ella para que se incorporase.
____ aún con la respiración irregular miró la mano de Liam que se encontraba a escasos centímetros de una zona peligrosa. Tragó saliva con dificultad y miró a Liam directamente a los ojos. Él, sin apartar la mirada, deslizó su dedo de forma descendiente hasta el ombligo de la muchacha haciendo que su respiración volviera a entrecortarse.
-¿Y qué se supone que tengo que hacer?-preguntó tratando nuevamente de ignorar lo que acababa de pasar o sus reacciones empezarían a delatar, aún más, las ganas que tenía de él.

Continuará... 

domingo, 18 de mayo de 2014

Capitulo 43.

Acababan de llegar a casa. Liam llevaba a ____ en brazos y habían tenido alguna que otra dificultad para abrir la puerta.
-Confirmado. Hoy estás muy torpe-dijo Liam cerrando la puerta de una patada.
-No tendría que abrir yo la puerta si no me llevaras en brazos.
-Así tardaríamos más.
Liam tras encender la luz como buenamente podía se dirigió a la cocina. Una vez allí, la dejó sentada sobre la isla de la cocina.
-¿Por qué me has traído aquí?
-Será mejor que te pongas algo frío en el pie-le dijo abriendo el congelador.-A ver… ¿qué te apetece? ¿Guisantes o rodajas de merluza?
-Guisantes, sin duda. Muy nutritivos-habló irónicamente.
Liam agarró la bolsa de guisantes congelados y se sentó en el taburete de la isla de la cocina. Con cuidado atrajo el pie de ___ hacia su regazo y le colocó la bolsa en el tobillo. Al entrar en contacto con su piel, ____ se quejó.
-____ tienes el tobillo muy hinchado. Sigo pensando que deberíamos ir a que te lo miren.
-No hace falta Liam. Esto me ha pasado miles de veces. Mañana mi tobillo volverá a la normalidad, ya verás. Pero mañana cuando mi hermano regrese y descanse un poco, le pediré que me lo mire si así te quedas más tranquilo, papá-ironizó la ultima palabra.
-Muy graciosa-comentó apretándole los guisantes contra el pie a propósito.
-¡Liam!-se quejó y él echó a reír.

Tiempo más, ____ estaba tumbada en su cama intentando dormir. Se había duchado y puesto un pijama de verano. En la ducha había tenido más de una dificultad en entrar y salir de la bañera pero con maña lo había conseguido sin tener que pedirle ayuda a Liam. ___ solo sabía dar vueltas en la cama y con cada movimiento, le dolía más su tobillo. Hacía un calor asfixiante. Era de noche y hacía los mismos grados que por la tarde. Tenía la ventana abierta pero por ahí solo entraba aire caliente y tenía el ventilador puesto que tan solo removía el aire por lo que era inservible. Hacía una hora que se había duchado y estaba casi decidida de hacerlo otra vez. Cansada de dar vueltas en la cama y con la boca seca, decidió levantarse e ir a la cocina a por un vaso de agua. Al entrar, no encendió la luz para no molestar a Liam que había dejado la puerta abierta. Aunque tampoco hacia falta. Con la luz que entraba por la ventana de la cocina se podía vislumbrar las cosas como para no chocarse con ellas. _____ fue directa al frigorífico, lo abrió y agradeció el frío que salía del interior. Buscó la botella de agua y tras agarrarla, cerró la puerta de la nevera. Al darse la vuelta se llevó un susto al ver la silueta de alguien sentado en la isla de la cocina.
-Soy yo-anunció Liam.
-¡Joder! ¿Qué haces aquí a estas horas con la luz apagada?-preguntó cuando recobró la compostura.
-No podía dormir-contestó agarrando la copa que tenía ante él de la que tomó un sorbo.
-Yo tampoco-admitió ella.-Hace un calor sofocante y el maldito aire estropeado-dijo sirviéndose agua.- ¿Quieres?-le ofreció y el negó con la cabeza.
-¿Sabes por qué se estropeó?
-No. Fue de un día para el otro-contestó guardando la botella en el frigorífico.
-Mañana podría echarle un vistazo.
-¿También sabes de aires acondicionados? ¿Hay algo que no sepas?
-Solo he dicho que lo voy a mirar, no que lo vaya a arreglar-le sonrió y bebió de su copa.
____ se sentó en el taburete que estaba al lado de Liam y desde esa distancia lo podía contemplar mejor. Llevaba un pantalón de pijama y el pecho al aire como siempre.
-¿Cómo va ese tobillo?-le preguntó mirándola.
-Dolorido, muy dolorido.
-¿Por qué no te pones un rato más los guisantes?
-Me vendrían bien-admitió levantándose.
-No te muevas, voy yo-sacó los guisantes del congelador.- ¿Por qué no te sientas en la isla como antes?-le sugirió.
Ella complacida le hizo caso. Se puso de espalda a la isla e hizo fuerza con las manos apoyadas en ella para subir. Liam la ayudó agarrándola por la cintura y prácticamente sentándola él encima del mueble.
-Tu tobillo sigue igual o peor que antes-comentó Liam acercándole la bolsa al tobillo.-Tienes que tener el pie en reposo pero no paras quieta.
-Eres peor que Louis-se quejó revoloteando los ojos.- No es para tanto-hizo una pausa mientras pensaba algo para cambiar de tema.- ¿Qué bebes?-preguntó curiosa mirando la copa que había sobre la mesa.
-Vino tinto, ¿quieres?
Ella agarró la copa y la olió.
-¿Desde cuándo hay vino en esta casa?-preguntó sacándole una sonrisa a Liam por la forma tan exagerada en que lo había dicho.
-Desde que yo vivo aquí. Soy un aficionado a los vinos por culpa de mi tío-le explicó.
-Vaya. No lo sabía-dijo mirándole expectante.
-Todo empezó cuando Louis y yo nos fuimos una larga temporada. Por una serie de cosas donde tu hermano y yo estuvimos involucrados, mi padre decidió mandarnos a vivir con mi tío a Valladolid; y tu padre no se opuso a ello. Allí, mi tío tenía una bodega inmensa de vinos y al principio no me llamaba la atención pero con el tiempo y por la forma tan entregada que mi tío hablaba de ellos, acabé interesándome.
-¿Y… mi hermano también se interesó?
-No, él, no-contestó con la mirada perdida en la nada.-Él estaba interesado más en otras cosas.
-¿Qué cosas?
Liam se quedó callado mientras meditaba hasta que finalmente le contestó de forma escueta.
-Chicas.
____ frunció el ceño. Le había parecido raro tanto el tiempo que Liam se había tomado para contestar como la contestación. Su hermano era muy tímido en eso de las chicas y juraría que lo poco que él le había contado sobre esta etapa le había que dicho que no había tenido royos ni novia hasta un año, o dos, después de entrar en la universidad porque se pasaba gran parte del tiempo estudiando, todo lo contrario a Liam. Pero ____ no queriendo entrar en ese tema, al menos por esa noche, prefirió ignorar las ideas que rondaban su cabeza.
-¿Y? ¿Te gusta?-le preguntó Liam devolviéndola a la realidad.
-¿El qué?-lo miró frunciendo el ceño.
-El vino-le aclaró.

____ miró la copa que tenía entre las manos y finalmente le dio un sorbo. El vino nunca le había llamado mucho la atención. Es más recordaba la primera vez que su padre le había dado a probar el vino y su rápida reacción de devolverlo a la copa. Pero al probar el vino que estaba bebiendo Liam, le había gustado. Sobre todo por el sabor que le había quedado en la boca. Un sabor de uva y roble.

Continuará...

sábado, 17 de mayo de 2014

Capitulo 42.

____ echó un rápido vistazo hacia atrás para ver si la persona había dejado de ir hacia su dirección pero para su sorpresa esa persona la agarró por la muñeca y le dio la vuelta.
-____ ¿se puede saber que te pasa?-preguntó esa persona.
Ella moviendo la cabeza para apartarse el
pelo de la cara, dijo al reconocer a quién tenía delante:
-¿Liam?
-Si-contestó.- ¿Se puede saber por qué estabas huyendo de mí?
-¡Joder, Liam! Menudo susto me has dado-dijo aliviada pegándole un puñetazo en el pecho.-Creía que era un loco que…
-…que te iba a secuestrar-concluyó él la frase con una sonrisa burlona.- Pobre del que se le ocurra la idea de secuestrarte-bromeó.
-¡Idiota! No me hace gracia. Por un momento he visto mi vida pasar ante mis ojos.
Liam echó a reír.
-Anda, vamos, miedica. Te llevo a casa.
____ empezó a andar hacia el coche y Liam se percató de que no caminaba con normalidad, sino cojeando.
-¿Qué te ocurre? ¿Por qué vas descalza?
-Me he doblado el tobillo y para colmo he roto el tacón de mi zapato-dijo mostrándole los zapatos que llevaba en las manos.
-¿Quieres ir al hospital?-preguntó preocupado.
-No, no es para tanto. Tan solo me lo he torcido, creo.
-¿Segura?
-Muy segura. Ya me ha pasado esto más de una vez, así que despreocúpate.
-¡Qué desastre eres!-exclamó él con una sonrisa en la cara.-Anda, ven.
-No, no, no-la muchacha negó varias veces al ver lo que iba a hacer pero no sirvió de nada; ya la había cogido en brazos.- Liam, bájame. Puedo caminar.
-Al ritmo que vas, llegaremos al coche por la mañana.
-No exageres. En serio, bájame.
Liam la ignoró y continuó caminando con la mirada fija hacia el frente. ____ empezó a respirar con dificultad. La cercanía y el perfume de Liam era embriagador, a pesar de estar mezclado con el olor de la cerveza. ____ no entendía cómo lo hacia pero lo mirase por donde lo mirase era perfecto. Su cuerpo desprendía seguridad, una seguridad que la confortaba. La tenía agarrada con firmeza, pegada a su cuerpo y ella aprovechando la corta cercanía le rodeó el cuello con sus brazos. Liam al sentir el contacto, la miró de reojo y le sonrió.
-Es… para no caerme-aclaró ella avergonzada.
-Me imagino.
Al llegar al coche, Liam abrió la puerta y con cuidado de no golpearle el pie la sentó en el asiento del copiloto. Cerró la puerta y dio la vuelta al coche. En el interior Liam tenía puesto música en un volumen bajo. Tan solo para ocultar el silencio. Los asientos eran tapizados de color marrón. Realmente confortables. Liam entró en el coche y la miró.
-¿De dónde has sacado este coche?-preguntó ella.
-Harry-contestó él con una sonrisa.
Liam se inclinó hacia ella para agarrar el cinturón de seguridad del copiloto mientras la miraba fijamente, devolviéndole la mirada. Tiró del cinturón y la rodeó con él.
-Esta noche hemos ido de fiesta y estaba demasiado borracho para conducir. Así que lo he llevado yo a su casa-le aclaró mientras encajaba la hebilla del cinturón.
-Sabes que no estoy tetrapléjica y puedo ponerme el cinturón yo sola ¿verdad?-preguntó ella ignorando su explicación.
-Lo sé-contestó volviendo a fijar su mirada en la suya.-Pero sabiendo que hoy estas un poco torpe, he preferido ponértelo yo para que no rompas el coche-bromeó y dibujó una sonrisa en sus labios haciendo que ____ se mordiese el labio inferior. Liam descendió su mirada hasta sus labios y delicadamente le liberó el labio de entre sus dientes-Te ruego que no hagas eso.
-¿Por qué?-preguntó volviendo a morderse el labio durante unos segundos a propósito.
-Como te gusta tentarme-dijo con una sonrisa acomodándose en su asiento y agarrando su cinturón.
Una vez que se lo puso, introdujo la llave y arrancó. A ____ se le contagió su sonrisa y suspirando con felicidad miró hacia delante. Tenía que admitirlo. Lo que sentía por Liam ya no era odio.
-Tú también has bebido ¿verdad?-preguntó ella de repente volviendo al tema de antes.
-Un poco-admitió.
-Se nota, apestas a cerveza.
Él la miró de reojo frunciendo el ceño.
-Culpa de Harry. La mitad de su cerveza acaba fuera de su vaso por sus idas y venidas-le aclaró.
-Borracho y conduciendo. Menudo policía estás hecho.
Él sonrió por su comentario y le dijo:
-Espero que me guardes el secreto o tendré que matarte.
-No serías capaz. Si me matases, poco después morirías tú de aburrimiento. ¿Por qué si no estoy yo, quién iba a complicarte la vida para hacértela un poco más divertida?
-Muy cierto-admitió él.- ¿Y se puede saber qué hacías a esta hora caminando sola por la calle?
-Una larga historia y no tengo ganas de hablar de ello.
-Entiendo.
____ no tenía ganas de contarle que se había enfadado con Max por cosas en la que él estaba involucrado de lleno. Quería olvidarse de eso al menos hasta mañana. En ese momento, empezó a sonar una canción que a ____ le gustaba mucho. Propuesta indecente, de Romeo Santos.   
-No sabía que te fuera este tipo de canciones-comentó ella.
-No tengo un gusto especial para la música. Escucho de todo-dijo deteniéndose en un semáforo en rojo.
Ella empezó a canturrear la canción en voz baja, tratando de no hacerlo más alto de lo que sonaba. Si te invito una copa y me acerco a tu boca. Liam la miraba balancearse con los ojos cerrados al ritmo de la música. Que dirías si esta noche te seduzco en mi coche, que se empañen los vidrios si la regla es que goces.
Liam carraspeó para llamarle la atención y le preguntó:
-¿Esa es una declaración de intenciones?
Ella abrió los ojos y lo miró con una ceja levantada.
-¿Y si así fuera?-preguntó curiosa.

-Bienvenida sea esa propuesta indecente-contestó mirándola con una sonrisa que quitaba el aire.

Continuará...