La noche transcurría y _____
sintiéndose cansada, tuvo ganas de volver a casa pero sabía que Max había
bebido demasiado para conducir y a él todavía le quedaba unas cuantas rondas
más de cervezas hasta que decidiera irse a casa. Sabía que cuando quisiera
regresar había uno entre todos sus amigos que no bebía y era el que haría de
chofer esa noche. Así que _____ dejando a su novio en buenas manos, decidió
intentar coger el último metro que la dejaría en casa pero no sin antes
rechazar todas las invitaciones de su borracho novio de quedarse un rato más y
después ir a su piso para seguir con la fiesta allí.
Cuando consiguió salir de aquel antro
se dirigió al metro todo lo rápido que le permitía los zapatos de tacón que
llevaba. Tuvo suerte y consiguió coger el último metro de la noche, sino
tendría que volver a la discoteca y esperar a que Max decidiera irse o esperar
al primer metro de la mañana. Aliviada suspiró y trató de buscar asiento para
descansar sus dolorosos pies. No lo encontró, el vagón iba repleto de gente; la
mitad borracha que volvía de fiesta. Así que resignada se agarró al barrote de
hierro que tenía al lado para no caerse sobre todo en los arranques y frenadas
del metro. Aún le quedaban ocho paradas hasta la suya así que apoyó la cabeza
en el barrote y cerró los ojos descansando la vista. En una de las frenadas, el
metro fue brusco e hizo que _____ se echara demasiado hacia atrás y pisara
accidentalmente a alguien que tenía detrás. Inmediatamente, disculpándose se
dio la vuelta. Al ver quien era su expresión de súplica cambió a la de enfadada
con el ceño fruncido.
-¡Otra vez tú!-exclamó haciendo
aspavientos.
-Hola, _____.
-Me estas siguiendo ¿verdad? Admítelo.
Liam echó a reír.
-Si, esta bien. Lo admito. Te estoy
siguiendo. Es que no se por qué pero el color de tu pelo me atrae cual luz que
atrae a una indefensa polilla…-dijo tratando de enfadarla.
-Liam, vete a la m**-trató de decir
pero él le tapó la boca.
-¡Eh!, una señorita nunca debe decir
ese tipo de obscenidades-hablaba con tono burlón.
Ella le apartó la mano de la boca y
haciendo una mueca para acompañar al gesto, le hizo un corte de manga. Tras eso
le dio la espalda mientras le escuchaba burlarse:
-Pero… ¿qué modales son esos,
señorita?
_____ trató de alejarse de él hasta
que llegase su parada pero el metro estaba repleto y le fue imposible moverse
del lugar. Suspirando, volvió a agarrarse al barrote de hierro.
-Ah, _____, acepto tus disculpas-dijo
Liam a su espalda tratando de seguir molestándola.
Ella lo miró y dijo:
-Pues yo la retiro.
-¿Qué?
-Si como oyes, retiro las
disculpas-dijo apretando los labios enfadada.
-¿Cómo que retiras las
disculpas?-preguntó Liam mirándola.
-Si, retiro las disculpas del pisotón y
es más lo celebro…celebro haberte pisado.
-¿Celebras…haberme pisado?-preguntó él
levantando una ceja sin entender qué decía.
-Si, lo celebro. Mira-dijo soltándose
de su agarre y levantando los brazos mientras movía la mano y gritaba ‘bien’.
Liam miró a su alrededor mientras
decía a los que los estaban mirando:
-No…no la conozco. No está conmigo.
-Imbécil-bufó en voz baja mientras
revoloteaba los ojos.
_____ trató de volver a agarrarse
cuando el metro volvió a frenar con su habitual brusquedad lo que provocó que
ella fuera a parar cuerpo contra cuerpo con Liam. Él la agarró para que no se
cayera y le puso la mano en la espalda. Cuando ella abrió los ojos que había
cerrado por el susto del frenazo, tenía a Liam cerca, más cerca de lo que
hubiera deseado. Sus labios estaban a escasos centímetros de los de ella, tan
escasos que _____ respiraba prácticamente su mismo aire.
-¿Estás bien?-preguntó él sacándola
del aturdimiento en que había caído al tenerlo tan cerca.
-Si, aparta las manos-dijo
empujándolo.- ¡Apestas!-exclamó agrandando la distancia entre ambos.
-Apesto porque alguien decidió bañarme
con cerveza esta noche-contestó el achinando los ojos.-Ah y con un gracias
hubiera bastado.
-Gracias, ¿por qué?
-Por evitar que cayeras de boca contra
el suelo.
-Lo hubiera preferido-dijo dedicándole
una sonrisa irónica.
_____ miró a su alrededor y vio que
ahora se había casi vaciado el metro por lo que evitando seguir ni un minuto
más al lado de Liam se alejó de él. Cuando llegó a su parada se bajó y pasó por
el control acercando su tarjeta del metro que abría el paso. Salió de la
estación y se dirigió a casa. Aún tenía que caminar unos minutos. Aligeraba el
paso para evitar que Liam la alcanzara, no quería ir a su lado. Cuando llegó a
su portal abrió y lo cerró antes de que él llegara. Se quedó esperando a que
apareciera para decirle:
-Espero que no pases mucho frío a la
intemperie.
-_____, te recuerdo que tu hermano me
dio las llaves el otro día.
-¿Llaves? ¿Qué llaves? ¿Estas?-preguntó
agitándolas a la altura de su cabeza.
Liam empezó a palpar su chaqueta y su
pantalón en busca de dichas llaves. Al ver que no las tenía, le preguntó:
-¿Cómo has hecho…?
-¿Cómo he hecho para quitártelas?-dijo
terminando su pregunta.-Pues cuando ‘impediste’-dijo dibujando comillas en el
aire.-que cayera de boca contra el suelo. Vi el llavero asomando de tu chaqueta
y bueno, mientras te distraías en a saber qué, te las quité-contestó esbozando
una sonrisa de victoria.
-Buen plan, peli-fucsia-dijo Liam acercándose
a la pared que tenía a la izquierda.-Pero hay algo que no has tenido en
cuenta…existen los telefonillos-dijo señalando la pared.
-Te informo que mi hermano no está.
-Mientes, antes de que saliera estaba
en casa.
-Si, pero ahora mismo está trabajando.
Hoy tiene guardia nocturna en el hospital. Si no me crees, compruébalo-le
incentivo a que pulsara.
Liam sin preámbulos lo hizo. No una ni
dos veces, sino varias y de forma continua. _____ sonriendo, le dijo:
-Bueno cuando consigas que te abran te
espero arriba. No pases mucho frío y por tu bien no duermas sino quieres
amanecer sin móvil y sin ropa. Adiós-dijo despidiéndose con la mano y tras eso
le lanzó un beso.- ¡Ah! Y no hagas mucho ruido los vecinos llaman a la policía.
Ella pulsó el botón del ascensor y
mientras esperaba a que la máquina bajara, se quitó los zapatos, ya no se
sentía los pies. Cuando menos se lo esperaba escuchó a Liam hablar con alguien
y acto seguido el ruido que producía cuando alguien abría el portal. Miró hacia atrás y vio que
estaba entrando. _____ no había contado que ningún vecino le abriese la puerta.
¿Quién a esa hora esta despierto? Y más bien, ¿quién en su sano juicio le
abriría a Liam? Nadie lo conocía en el edificio, excepto… ¡Bárbara! Claro,
¿quién sino iba a estar despierta esa hora? Bárbara seguramente acabaría de
llegar con algún ligue nuevo. _____sin tiempo para más preámbulos y sin esperar
al ascensor decidió subir por las escaleras. Subió velozmente mientras
escuchaba las pisadas de Liam tras suya. Quería dejarlo fuera de casa y lo
conseguiría fuera como fuese. Cuando llegó a su planta vio a Bárbara asomada al
rellano con ropa de salir. Ahí estaba la prueba de que había sido ella. _____
introdujo la llave en la cerradura y consiguió girarla hasta abrir la puerta.
Estaba por entrar cuando sintió un agarre alrededor de su cintura que
atrayéndola hacia el cuerpo de su persecutor. Liam la agarraba con firmeza de
la cintura mientras trataba de quitarle las llaves de la mano. Al conseguirlo y
también al quitarle el bolso se adentró en el piso cerrándole la puerta en la
cara.
-¡¡MI****!!-exclamó _____ furiosa.
Liam acababa de devolverle la
jugarreta.
Continuará...
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