El tiempo pasó y las cosas seguían
prácticamente iguales. Liam y ____ odiándose y a la vez sintiendo otros tipos
de sentimientos el uno hacia el otro. Louis seguía metido de lleno en su
trabajo, aunque en un principio decidió estudiar medicina para así demostrarle
a su padre de lo que estaba hecho y que podía ser igual o mejor que él, con el
tiempo empezó a encontrarle la pasión a su oficio hasta un punto en que adoraba
dedicarse a ello. Se acercaba final de agosto y también, una fecha muy
importante para Liam. Su cumpleaños. Además se acercaba septiembre y para ____
era la peor etapa. Tendría que dedicarse de lleno a los estudios y hacer
exámenes de recuperación pero esa etapa se le estaba haciendo amena gracias a
Max, que la apoyaba y la ayudaba en todo lo que podía. Se había dedicado a
enviarle flores cada lunes por la mañana para que así la semana le fuese más
llevadera con alguna bonita dedicatoria. Nada más recibir el primer ramo, tuvo
que mantener una conversación con su hermano donde le contaba que estaba
saliendo nuevamente con Max. Louis no se lo tomó muy bien pero tuvo que
asimilarlo y tratar de alegrarse por ella. Si era lo que le hacia feliz, no
podía interponerse, ni poner pegas. De esa conversación, Liam tan solo alcanzó
escuchar una frase que le indicaba que toda aquella extraña relación entre Max
y ____ ya era oficial. Tras enterarse, se mantuvo alejado de ella. Si antes a
penas hablaban ahora menos y si lo hacían, Liam era arisco con ____ incluso más
de lo que lo era ella con él. Liam al ver que ____ era terreno minado decidió
dejarse llevar por Harry y seguir sus enseñanzas. No llegaba a ser como él,
pero se divertía cada vez que salía. Pero lo ‘malo’ era que su trabajo tan solo
le permitía salir los fines de semana pero sabía montárselo realmente bien.
Era sábado por la mañana. Louis y Liam
estaban ya desayunando y ____ se había ido a la cama nada más llegar a casa a
las diez de la mañana después de una salida con Max.
-¡Uf! Ya va siendo hora de hacer la
compra-dijo Louis nada más abrir el frigorífico.
-Si quieres me encargo yo. Hoy no
trabajo-comentó Liam.
-Normalmente de la compra se suele
encargar _____...-dijo Louis mirándole.
-Bueno, hablaré con ella-dijo
desganado.
-¿Y cómo es eso de que hoy no
trabajas?-preguntó Louis.
-Me han reducido las horas, así que
los fines de semanas los tengo libres.
-¿En serio? A mi también me las han
reducido. Ya no tengo turno nocturno aunque sigo descansando los lunes. No sé a
donde vamos a llegar como nos sigan recortando el horario de la jornada
laboral.
-Ni yo, ni yo tampoco lo sé-murmuró
Liam suspirando.
A las doce, Louis ya se había ido a trabajar y
Liam, al no tener nada productivo que hacer decidió encargarse de la compra
como le había dicho a su amigo. Al encargarse ____ de eso hasta ahora, decidió
avisarla. Llamó a la puerta de su habitación y nadie contestó, seguramente
estaría durmiendo. Lo intentó una segunda vez y tampoco obtuvo respuesta, así
que decidió entrar.
-____-la llamó en voz baja.
Se acercó a la cama y la observó con
detenimiento. ____ dormía plácidamente. Tenía el pelo alborotado y ni siquiera
se había molestado en cambiarse al llegar; aún llevaba el vestido negro y
apretado que había utilizado para irse de fiesta con Max y sus amigos. Estaba
tumbada bocabajo con el bolso al lado, síntoma de que nada más entrar se había
tirado de cabeza sobre el colchón. Liam le puso la mano sobre la espalda
descubierta por la forma del vestido e intentó despertarla.
-____, ____-la llamó en voz baja.
Tras intentarlo varias veces, lo
consiguió. Ella abrió los ojos y se asustó al verlo allí.
-¿Liam?-preguntó somnolienta.- ¿Qué
demonios haces aquí?
-Venía a avisarte que voy a ir a hacer
la compra. ¿Quieres algo?
-¿Compra?-cuestionó recogiéndose el
pelo detrás de la oreja.-De eso me encargo yo, así que no te preocupes que
luego voy.
-Lo sé, por eso he venido a avisarte.
-No sabrás que comprar.
-Tampoco será tan difícil-la
contradijo.-Pero si así te sientes más tranquila, puedes acompañarme.
-¡Ni de coña!-exclamó volviendo a
apoyar la cabeza en la almohada y cerrando los ojos.
-De acuerdo, luego ten cuidado con lo
que comes. No te aseguro nada…-dijo tratando de conseguir que lo acompañara.
-Muy gracioso. Pero llevas diciéndome
eso un mes y aún no has hecho nada.
-Porque no he tenido ocasión.
-Con eso no vas a convencerme. Antes
de ir a comprar contigo y pasar tiempo juntos, me meto cucarachas vivas por los
pantalones.
-¿No odiabas las cucarachas?-cuestionó
él sonriendo.
-Exacto. Así que imagina hasta donde
llega mi rechazo hacia la idea de pasar tiempo contigo. Ahora si eres tan
amable…quiero dormir. Ya sabes donde esta la puerta-dijo volviendo la cabeza
hacia la dirección contraria a donde estaba él y acurrucándose mejor la
almohada.
Liam puso los ojos en blanco. El día
en que le hablara bien sería un milagro. El muchacho salió de la habitación,
cerrando la puerta tras de sí.
-Así que lo que más detesta es pasar
tiempo conmigo…-dijo en voz alta para sí mismo con una sonrisa pícara.
Un par de horas después, _____ al
rodar por la cama y chocar contra algo que no era ni tan duro como la pared
pero ni tan blanco como la almohada, se despertó. Al abrir los ojos, vio que
tenía la mano sobre los pectorales de alguien, al levantar la vista, se encontró
con el feliz rostro de Liam, que estaba tumbado sobre la cama, de lado, con la
cabeza apoyada en su mano y el codo en la almohada.
-Ya era hora. Creía que no te ibas a
despertar nunca-dijo Liam al ver que la cara de espanto de ____.
-Liam, ¡¿qué haces aquí?!-gritó más
que preguntó.- ¡Lárgate ahora mismo!-exclamó intentando levantarse pero estaba
entre la pared y él.
El roce de algo hizo que se mirase la
muñeca y para su sorpresa alrededor de su muñeca izquierda había unas esposas,
las cuales la ataban a la muñeca derecha del muchacho tendido sobre la cama.
-¿Qué es esto?-preguntó empezando a
asustarse.
-Unas esposas-contestó él tranquilamente.
-¿Me has esposado?
-Muy aguda, detective Tomlinson-dijo
él imitándola en su forma de hablar.-Esta es mi venganza por tu jugarreta de
dejarme desnudo fuera de casa.
Continuará...
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