domingo, 29 de diciembre de 2013

Capitulo 10.



_____ estaba a punto de salir del trabajo cuando su móvil sonó. Miró la pantalla y como no podía ser otra persona, leyó el nombre de Max. Atendió y lo saludó contenta:
-Hola.
-Hola, _____. ¿Sigues trabajando?
-No, ya no, estoy saliendo ¿por qué?
-Porque estoy fuera esperándote-contestó y tras eso colgó.
_____ con una amplia sonrisa miró a Candela que recogía sus cosas y le dijo:
-Max está fuera.
-Perfecto. Ya estaba pensando que hoy no te llamaría. Ya sabes lo que tienes que hacer.
-Cande, no me has oído. Está aquí. Me ha venido a buscar.
-Ya ¿y qué? Era lo mínimo que podía hacer…-dijo muy seria.-¿Qué pasa? ¿Qué ahora me dirás que has cambiado de idea porque él ha venido hasta aquí?
-Bueno, Cande, yo…no creo que Max sea tan malo. Él me quiere. Quizás si hablo con él de que no me gusta que entre semana a penas hablemos…quizás…haga algo al respecto.
-Quizás, quizás, quizás…. _____ no creo que Max vaya a hacer nada pero si quieres intentarlo…allá tú. Sabes que pase lo que pase te apoyaré aunque no este muy de acuerdo con tus decisiones.
-Gracias, Can. No sé que haría sin ti.
-Yo si, vivirías debajo de un puente…-bromeó abrazándola.-Como siempre…cuidado. Ante todo usa condón-_____echó a reir.-Porque no quiero embarazos no deseados que te hagan dejar el trabajo y me dejes sola con Diana. Porque si pasa, le arranco la peluca que tiene en la cabeza.
Las dos empezaron a reír y tras despedirse, _____ salió del bar y allí lo vio. Sentado en el asiento del conductor dentro de un coche negro. Ella se dirigió hacia él y entró. Una vez dentro lo saludó efusiva y le dio un beso.
-¿Cómo estás?
-Muy bien ¿y tú?
-Genial-contestó sonriéndole.
-¿Te apetece que vayamos a mi piso y estemos allí tranquilos?
-¿Hoy no te apetece que salgamos con tus amigos?
-La verdad es que mucho, no. Estoy un poco cansado. Pero ¿por qué? ¿A ti si?
-Me da igual, lo que tú quieras-contestó poniéndose el cinturón de seguridad.

Louis estaba sentado en el sofá viendo el final de un partido de fútbol, lo poco que había alcanzado a ver. Liam acababa de llegar a casa. Cansado y como de costumbre se dirigió al salón y se sentó en el sofá junto a su amigo mientras lo saludaba:
-Hola ¿qué tal?
-Bien, aquí viendo como mi equipo pierde ante el peor equipo de la temporada… Patético-se quejó.
-¿Van perdiendo?-preguntó sorprendido.
-Si, increíble ¿verdad?
-Ni que lo digas.
Los dos se sumergieron en los últimos quince minutos de partido y a penas articulaban palabras coherentes a parte de onomatopeyas e insultos cuando un equipo se acercaba a la portería del otro. Cuando acabó, Liam se fue a duchar para irse a dormir. Al salir de la ducha, ya vestido con su pijama de verano que constaba únicamente de un pantalón, fue a la cocina para picotear algo. Allí se encontró con Louis que se estaba tomando su vaso de leche.
-Oye tu hermana está tardando un poco en volver ¿no crees?-preguntó agarrando un trozo de pan para hacerse un bocadillo.
-Hoy es viernes y ha salido con su amiga Candela y hasta mañana por la mañana no vuelve-le explicó.-Todos los viernes son así.
-Ah, vaya-dijo sentándose en la isla de la cocina.
-Oye, Liam ¿qué fue lo que te pasó esta mañana que estabas tan enfadado?
-¡Uf! Pues que el café que tomé esta mañana estaba extremadamente salado.
-No me digas que te equivocaste con la sal y el azúcar…-dijo Louis riéndose.-Mira, ves ese bote que hay encima de la encimera.-dijo señalándolo.-Que es de cristal, es el del azúcar… y una bote naranja que esta en el armario de allí-lo señaló.-Es la sal.
-¿Cómo? ¿Los botes son diferentes?
-Si, los compré distintos exactamente por eso, para evitar equivocaciones.
-Pues ya lo sé para la próxima vez-dijo evitando contarle que había sido su hermana quien se había ‘equivocado’.-Y oye… ¿desde cuándo hace que no cambias el paño de la cocina?
-¿A cuál te refieres? ¿A este?-preguntó agarrándolo y dejando el vaso vacío en el fregadero.
-No, uno azul con rayas, que esta mañana estaba ahí.
-No tengo idea de cual me hablas-contestó Louis.
-Seguramente tu hermana lo habrá tirado. Olía fatal, parecía que hacia semanas que tendríais que haberlo cambiado y no lo habíais hecho.
-Pues ¡qué raro! El que se encarga de fregar y limpiar la cocina soy yo porque a mi hermana no le gusta…y juraría no haber visto nunca un paño como lo describes.
-¡Qué raro!-se rió.-Lo habré soñado-mintió haciéndose el tonto.
-Bueno, Liam, me voy a dormir, Hasta mañana.
-Hasta mañana-se despidió.
Así que los botes de la sal y el azúcar son totalmente diferentes”-pensó mientras le daba un bocado al bocadillo que acababa de hacerse.-“Entonces, ¿cómo podría _____ haberse equivocado accidentalmente? Me parece muy raro. Todo el mundo sabe diferenciar entre un bote naranja y uno de cristal…-hizo una pausa.-Bueno quizás lo hizo sin darse cuenta. Le puede pasar a cualquier. Pero…me parece raro que Louis no sepa de que paño le estoy hablando y me resulta sospechoso que ______ siendo camarera fuese tan torpe a la hora de servirme el café….

Liam se levantó y buscó la basura. Abrió el cubo y vio debajo de unos usados papeles de cocina, el paño del que hablaba y lo que más le llamó la atención fue encontrarse con una caja que traía la palabra ‘laxante’ impresa en un lateral. Liam apretó los dientes reteniendo las ganas de gritar mientras el ansia de matar a _____ iba creciendo en su interior. Había pasado una tarde horrible metido en el baño por culpa de esa granuja. Seguramente había mezclado las pastillas entre la comida. Suspirando soltó el paño que olía fatal dentro de la basura nuevamente y se limpió las manos. Si era cierto que había salido con sus amigas, mañana por la mañana cuando volviera, la mataría.

Continuara...

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