martes, 10 de diciembre de 2013

Capitulo 2.


_____ entró en el cuarto de baño del personal y dejó la bolsa sobre el lavabo. Empezó a quitarse la camisa cuando la puerta se abrió. Pegó un respingo y rápidamente se tapó como pudo.
-¡Se llama antes de entrar!-exclamó.
-Soy yo, soy yo-dijo Candela cerrando la puertas tras de sí.
_____ al ver que era su amiga continuó desvistiéndose. Candela y ella ya habían compartido y vivido de todo juntas desde que eran pequeñas y ______ no iba a sentir pudor delante de su amiga después de tanto tiempo.
-¿Qué te ha dicho la teñida?-preguntó Candela apoyándose en la pared con los brazos cruzados.
-Nada, una estupidez…-respondió moviendo la mano en señal de que era una gran tontería.-Diana, o como tú la llamas ‘la teñida’, se está creyendo la reina del lugar por estar acostándose con el jefe…-soltó un bufido.
-Si, y por tu bien yo me andaba con ojo…-le aconsejó su amiga.
-¿Y eso por qué?-preguntó ______ alisándose la falda de su uniforme que se acababa de poner.- ¿Desde cuándo tengo que tenerle miedo a esa?
-Desde que te tiene entre ceja y ceja…
-Buah, desde el primer momento le caí mal y lo sabes-______ sonrió.-Así que ¿para qué preocuparse ahora?-preguntó terminando de ponerse el delantal.
-Porque ahora es la niñita mimada del jefe y hará lo imposible para que te eche.
-Y yo haré lo imposible para que eso no pase-dijo ______ guardando su ropa de calle en la bolsa que traía y guardando todo en su taquilla.-Anda vamos, que nuestros clientes nos esperan-dijo sonriendo.
Ambas amigas salieron del cuarto de baño y se dispusieron a trabajar; ofreciendo su mejor sonrisa a los clientes y mucha gratitud cuando le dejaban propinas.
Candela habitualmente trabajaba detrás de la barra mientras que ______ atendía a los clientes de las mesas. Diana por lo general también atendía las mesas pero la mayor parte del tiempo se la pasaba ordenando cual domador de leones o caballos y a penas movía un dedo.
Por la noche, a la hora de cerrar, como era costumbre siempre que Candela y _____ tenían el turno de tarde se quedaban las últimas para cerrar. _____ aprovechaba que los baños del personal tenían duchas y se bañaba allí para no tener que hacerlo cuando llegase a casa y con tan solo ponerse el pijama podría meterse directamente en la cama y descansar. Mientras se duchaba, Candela se entretenía leyendo una revista de cotilleos que había encontrado entre las cosas de su amiga.
-Oye, ¿esta revista es tuya, _____? Creía que no te iba el cotilleo ni esas cosas-comentó la amiga ojeando las páginas.
-¿Qué?-asomó la cabeza por entre la cortina.- No, no es mía. Me la encontré en un banco del metro y traté de que me resultara útil contra el sol-aclaró cerrando el grifo de la ducha y empezando a secarse con la toalla.
-Oh, me imagino-vocalizó sin hacerle mucho caso.- ¡Ay, voy a ver que me depara el futuro!-exclamó buscando el mítico horóscopo que salía en todas las revistas.
-No me creo que creas en esas chorradas.
-Y no lo hago pero ¿y si acierta?
-Claro, Candela-dijo revoloteando los ojos.
-A ver….soy libra. Leo lo que pone…-carraspeó.-“Amor: Ese chico te gusta más que un heladito de chocolate en pleno mes de julio ¿eh? Pues no dejes que se derrita al sol y dale un buen lametón”-Candela echó a reír.
-Vaya, Cande, así que hay alguien que te produce maripositas en la barriga cada vez que lo ves-dijo _____ de broma, tratando de entrar en el juego de su amiga.
-¡Ui, si! Como no sea el viejo ese que me piropea cada vez que me ve deambulando detrás de la barra...-dijo poniendo los ojos en blanco.
-Uh, pues yo lo veo un buen partido, Cande. Bajito, regordete, con entradas, algún que otro pelo negro entre toda su melena blanca… ¡Es ideal!-ambas se echaron a reír.
_____ ya había terminado de vestirse y tras la locura que salía en el horóscopo, se había planteado por qué su amiga no tenía novio. Candela era una chica muy cariñosa, responsable, risueña, buena persona, atenta con los demás, se preocupaba por sus seres queridos... y además, era muy guapa. Morena de pelo marrón oscuro, ondulado y largo, sus ojos eran marrones oscuros y grandes. Sin duda lo más característico de ella, además de los labios. Los tenía carnosos y rosados, que contrastaban con sus dientes blancos cada vez que sonreía. Candela desde hacía un año y medio vivía sola en un piso en el centro. Se había independizado de sus padres porque estaba harta de aguantar a su hermano pequeño y, en un principio, quería probar si la idea de vivir sola le gustaba; y desde luego que le gustaba. Podía hacer lo que quisiera, cuando quisiera sin tener que lidiar con nadie. Pero por lo que le contaba a _____ a veces se sentía sola, extremadamente sola y extrañaba la compañía de sus seres queridos. Aunque contaba con la suerte de que no vivían muy lejos, a unos veinte minutos de su piso, y podía ir a visitarlos siempre que quisiera.
-¿Y?-preguntó Candela mirándola.
-¿Y, qué?-cuestionó _____ saliendo de su ensimismamiento.
-Qué que horóscopo eres.
-Oh, no. Déjate de tonterías, sabes que no creo en eso-comentó secándose el pelo con la toalla.
-Ya, ni yo. Pero es divertido, leer las cosas que pone.
_____resopló.
-Si no recuerdo mal…creo que soy Piscis-dijo cediendo.
-Mmm…piscis. Leo: “Amor: Un tropezón inesperado te hará caer en brazos de ese chico que ya tenías mas que olvidado que volverá a reaparecer para poner tu vida patas arriba”-Candela la miró expectante.- ¡Uou! ¿Quién será, _____?
-Seguramente, nadie. Ahora deja de leer esta tontería y vámonos ya-comentó ella colgando la toalla.
Ambas salieron del bar apagando todas las luces detrás de sí y verificando que todo estuviera en orden. Echaron las rejas y cerraron con llaves. Las dos se montaron en el coche de Candela y como de costumbre ésta acercaba a _____ hasta la parada de metro que quedaba a unos diez minutos andando pero como siempre salían tarde no le hacía gracia que su amiga se fuera andando sola.
-Hasta mañana, Candela-se despidió _____ abriendo la puerta del coche.
-Hasta mañana, _____. ¿Estas segura de que no quieres que te lleve a casa?
-Si, no te preocupes- le contestó bajando.-Cojo el metro y en quince minutos estoy en casa sana y salva. Vete tranquila. Gracias-le sonrió y cerró la puerta del automóvil.

Y una vez que su amiga se alejó con el coche, _____ se dispuso a darse la vuelta para ir hacia la entrada del metro, cuando sin darse cuenta chocó contra algo realmente duro y tropezó con algo parecido a un pie. Estaba a punto de caer de la peor forma posible cuando sintió unas manos agarrarle por la cintura y atraerla hacia esa cosa dura contra la que había chocado. Cuando _____ se quiso dar cuenta, tenía el cuerpo completamente pegado al cuerpo de un hombre alto y apuesto, que la agarraba con firmeza. A penas podía verle la cara por la oscuridad y por las pocas luces que los iluminaba en aquella noche estrellada pero aseguraba que era un hombre realmente guapo. Al menos su sonrisa lo era. Bonita, blanca y perfecta. Y la colonia que llevaba era abrumadora; olía realmente bien. 

Continuará...

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