jueves, 26 de diciembre de 2013

Capitulo 9.

Cuando llegaron al piso de Max, _____ se sentó en el sofá y poniéndose cómoda, le dijo:
-Con tu permiso me voy a quitar los zapatos-le sonrió.-No me siento los pies.
-Me imagino-le devolvió la sonrisa.- ¿Quieres algo de beber, comer…?
-No, muchas gracias-hizo una pausa.-Oye, ¿y tu amigo?
-Se ha ido a dormir.
-¿Ya?-preguntó asombrada.
-Si, ya es hora, son las cinco de la mañana.
-Uau, buena hora para hablar-comentó mientras lo veía sentarse a su lado cerca suya.
-Y para hacer otras cosas…-dijo dejando la frase en el aire.
-Oh, claro… Y ¿Qué es de ti? ¿Cómo estas? Cuéntame.
-Bien, estoy muy bien y más ahora que estoy aquí contigo-contestó agarrándola de la barbilla y acercando lentamente sus labios a los de ella.
Antes de que la besara, _____ lo detuvo poniendo sus manos en sus hombros.
-Max, antes de que pase nada entre nosotros me gustaría hablar.
-Y a mi, cariño y a mi pero ¿qué te parece si antes de hablar nos divertimos un poco? Hacía mucho tiempo que no te veía, te echaba de menos…-dijo volviendo a aproximarse a ella y esta vez si consiguiendo su objetivo.
Una vez que Max junto sus labios a los de _____, supo que la tenía ganada. Él le devoró los labios por completo, con ansia, mucha ansia. _____ quería hablar, necesitaba hacerlo pero… Max lentamente fue bajando su boca hasta el cuello de la muchacha, lo besó, lo succionó y la volvió loca haciendo que _____ se dejara llevar junto con el alcohol que tenía en el cuerpo y la poca sensatez que le quedaba. Ya hablarían cuando amaneciese. Pero no fue así. Cuando _____ se despertó estaba desnuda y completamente sola en una cama desconocida. Con dolor de cabeza, se levantó y buscó su ropa que estaba colocada sobre una silla de la habitación pero ella juraría que la última vez que la había visto estaba esparcida por el suelo. Había sido una noche movidita y realmente divertida pero ahora tocaba hablar. Se terminó de vestir e intentando parecer lo más humana posible se recogió el pelo en una coleta y se arregló el maquillaje como pudo. Tras eso, salió del cuarto y fue a buscar a Max. Lo encontró saliendo de la ducha. Con una gran sonrisa lo saludó y le dio un beso.
-Buenos días.
-Hola, ¿ya te vas?-preguntó él.
-Mmm… tenía pensamiento de quedarme y hablar contigo de lo que no pudimos hablar anoche porque a alguien le apeteció hacer otra cosa…-contestó con una amplia sonrisa.
-Oh, _____ verás es que ahora en un rato he quedado con mi padre-la sonrisa del rostro de la muchacha desapareció.-Pero-continuó.-¿Qué te parece si en cuanto termine te llamo y hablamos?
-De acuerdo-dijo feliz.-Sigo teniendo el mismo número no he cambiado.
-Ah, pero ¿podrías dármelo? Hace unos meses cambié de móvil y perdí todos los contactos.
-Si, claro.
_____ le dio su número pero cometió el error de no pedirle el suyo. Max no la llamó, ni esa tarde, ni esa noche, ni los días siguientes hasta que pasó una semana. Durante esa semana, _____ se había sentido utilizada, realmente utilizada pero por fin Max decidió dar señales de vida.
-¿Por qué no me has llamado hasta ahora?-preguntó ella muy enfadada.
-Perdóname. No he tenido tiempo, he estado trabajando con mi padre y a penas he parado hasta hoy-se disculpó.
-No te hubiera costado nada avisar.
-Lo sé y lo siento mucho. Perdóname.
Ella no dijo nada solo resopló.
-¿Hoy sales con tus amigas?-preguntó Max cambiando de tema.
-No creo.
-Perfecto, sal conmigo.
-Max, no creo que sea buena idea.
-Si lo es. Es una idea perfecta. Por favor, y así hablamos por fin. Tengo mucho que disculparme fui un completo imbécil dejándote cuando más me necesitabas pero no sabía que hacer ni como animarte, me sentía acorralado y… se que no es escusa pero te juro que si me dejas te lo recompensaré. Por favor, _____...
Ella se tomó su tiempo para pensarlo pero al final acabó cediendo. Pero la historia volvió a repetirse, hablaron un poco, ella volvió a sucumbir a él y él no volvió a dar señales hasta el fin de semana siguiente. Poco a poco se convirtió en una monotonía. Candela y Louis se dieron cuenta y trataron de prevenirla. Max no le convenía, solo la estaba utilizando. A penas hablaban entre semana y era llegar el fin de semana y la tenía toda la noche metida en su cama. _____ empezó a ocultar a su hermano que lo seguía viendo porque Louis estaba decidido a interponerse en esa ‘relación’ y acabar con ella cuanto antes.
-¿Y, _____?-preguntó Candela haciendo que volviese a la realidad.- ¿Has vuelto a hablar con él desde el pasado fin de semana?
-No-contestó.-Hace tres días hablamos un rato por whatsapp pero nada más.
-Pues sabes que día es hoy ¿no?-ella negó con la cabeza.-Es viernes, cariño. Así que ten por seguro de que te llamara para que os veáis y sabes lo que le vas a decir ¿verdad?
-Lo sé, Candela. Ya lo he decidido… voy a cortar por lo sano.
-Muy bien, eso espero. Porque como me entere que lo sigues viendo te mato.
-No te preocupes porque se acabó.
-Perfecto, ahora volvamos al trabajo que sino Diana nos mata-comentó yendo hacia un cliente que estaba sentado en la barra llamándola con la mano.

_____ cuando su amiga se alejó suspiró entristecida. Tenía en mente dejarlo pero lo había intentado tantas veces ya que estaba convencida que esta sería igual que las demás. Max tampoco le hacia el daño que tanto su hermano como su amiga aseguraban. Él era bueno, atento con ella, la quería o al menos eso aparentaba. Lo único que no les gustaba era que solo recurriera a ella los fines de semana y quizás si hablase con él sobre ese tema conseguiría que cambiara y... quién sabe, podrían volver a ser una pareja.

Continuará... 

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