No podía parar de reír. Le dolía hasta
el estómago y las lágrimas brotaban de sus ojos. En sus habituales descansos,
cuando en el bar en una determinada hora a penas entraba gente, _____ aprovechó
para contarle a Candela todo lo que había organizado aquella mañana para Liam.
-Cande, es que no sabes lo que tiene
que estar pasando ahora mismo ese imbécil sin poder salir del baño del todo el
laxante que se comió junto con las tortitas-dijo _____ entre carcajada y
carcajada.
-Pues que sepas que a mi me da pena... Y
sinceramente lo que pasó en el pasado…pasado es. Deberías olvidarlo.
-Ni lo sueñes. Te he dicho que pienso
devolverle una a una lo que me hizo…y para ser el principio no me ha salido
mal-sonrió.
-Pero podrías haberle dejado
quemaduras graves por culpa del café.
-No exageres, tampoco estaba tan
caliente. Comprobé la temperatura antes de echárselo por encima. Tan mala no
soy, no pretendía dejarle estéril, aunque sinceramente le haría un favor a la
humanidad porque tener más mini Liams endemoniados pululando por ahí no sería
buena idea.
-Pero, _____, ahora no lo conoces.
Quizás ha cambiado.
-Gente así nunca cambia, Candela-dijo
poniéndose sería.-Se hacen los buenos pero…en el fondo siguen siendo los
mismos…que a la mínima que ven una oportunidad, te hacen la vida imposible.
-Haces una montaña de un grano de
arena, _____-dijo Candela mirándola seriamente.
-Buah, Can, me parece que voy a tener
que buscarme a otra mejor amiga…solo haces echarme tierra sobre mis ideas.
-No es eso, amiga. Tan solo que creo
que deberías conocerlo ahora, quizás ha cambiado.
-Ni de broma, Candela-dijo _____ muy
seria.
Eso nunca ocurriría, _____ se negaba a
conocerlo. Tenía miedo mucho miedo de que la misma forma en que nada más verle
el odio hacia él había revivido en su interior podría pasarle con ese amor que
secretamente había sentido por él. De pequeña, _____ como la mayoría de las
chicas se había enamorado de los chicos mayores, los chicos de sexto. Eran una
pandilla de cinco, entre los que estaba Liam. ____ no sabía ni cómo ni por qué
pero cada vez que lo veía pasar entre clase y clase por los pasillos que daban
a su clase o en la salida del colegio sentía cosas revoloteando en su barriga y
el corazón le latía rápidamente. Era tan guapo…Pero _____ sabía que su relación
era imposible en un principio porque la ignoraba por completo pero después, porque
dejo de hacerlo para meterse con ella día si y día también cada vez que pasaba
por el pasillo de su clase. Pero a pesar de eso, _____ no podía evitar sentir
lo que sentía por él. Ahora ya adulta odiaba que de pequeña fuera tan idiota y
no se diera cuenta de la realidad.
-¿En qué piensas?-preguntó Candela
sacándola del aturdimiento en que había caído hacia unos minutos.
-Nada, tonterías-le contestó más sería
de lo que pretendía y trató de suavizarlo con una sonrisa.
-Bueno cambiándote de tema-dijo
tratando de dejar a Liam a un lado.- ¿Qué tal va el tema ‘Max’? ¿Has vuelto a
saber de él?
_____ entristeció al oír ese nombre.
Max, Max, Max… otra historia de amor que podía añadir a su larga lista de
desastre con MAYÚSCULAS. Lo había conocido hacía más de dos años en una de sus
salidas a las discotecas con Candela y algunas compañeras del bar. Max y _____
se divirtieron aquella noche y se pasaron los números. Tras meses hablando y
quedando, decidieron empezar a salir. Al principio como cualquier relación, fue
muy bien y siguieron bien hasta que ocurrió el trágico accidente de los padres
de _____ y ella se volvió triste, sin esperanza y monótona. No tenía ganas de
nada y Max en vez de permanecer a su lado decidió acabar con la relación. _____
creyó que nunca saldría de aquella depresión pero con la ayuda de su hermano lo
consiguió. A los meses, volvió a sonreír pero seguía sin ganas de salir de
fiestas y divertirse con sus amigas. Rara vez lo hacia. En una de esas escasas
salidas, en la misma discoteca en que había conocido a Max hacia más de un año,
se lo encontró allí con sus amigos... Él nada más verla entrar, rápidamente se
levantó del sillón donde estaba sentado y fue hacia ella con una amplia
sonrisa.
-¡Vaya, _____! Que de tiempo sin
verte-dijo Max cuando estuvo frente a frente
a ella.- ¿Cómo estas?
Candela que lo miraba con rabia
comprobó que su amiga no contestaba tan solo lo miraba. Solo lo miraba
fijamente, sin sonreír. No movía un músculo y Candela había jurado que tampoco
parecía respirar. Se había quedado allí parada.
-¿Estas bien?-preguntó Max al ver su
rostro inexpresivo.
-Perfectamente-contestó Candela
agarrando la mano de su amiga.-Y ahora si nos disculpas, nos vamos.
-¿Os vais?-preguntó Max frunciendo el
ceño.-Pero si acabáis de llegar.
-Lo sabemos, pero tenemos muy visto
este local, así que nos iremos a otro-contestó Candela tirando de su amiga que
no se movía del sitio.
-¡No!-exclamó _____ por fin.-N…no nos
vamos. Nos quedamos. Tú tenías ganas de venir a este sitio, así que nos
quedamos-dijo mirando a su amiga.
-¡Fantástico!-exclamó Max.- ¿Quieres
bailar?-pregunto sonriéndole.
_____ era testaruda, cabezota, con
carácter…pero cuando se metía el amor de por medio su testarudez, cabezonería,
carácter, sensatez….se iban al garete. El amor era su debilidad, una vez que
estaba enamorada ya no razonaba. En ese momento tendría que estar gritándole a
Max que lo odiaba por haberla abandonado en su peor momento pero en vez de eso,
hizo que Candela le soltara el brazo y sin importarle nada más que Max y
pasárselo bien se dirigió a la pista de baile. Una vez que terminó esa noche,
_____ podía asegurar que se lo había pasado bien. Había bailado, saltado,
reido, hecho tonterías con sus amigas y como broche final de la noche había
aceptado ir al piso donde Max vivía con un amigo para hablar.
-Tan solo vamos a hablar-le dijo _____
a Candela cuando esta se resistía a que su amiga fuera con él.
-_____ sabes perfectamente que Max lo
que quiere no es hablar exactamente.
-No te preocupes, Cande, no voy a
hacer nada. Solo quiero hablar con él de todo lo ocurrido y ver si se
arrepiente de lo que me hizo.
Candela resopló.
-Está bien, haz lo que quieras…diga lo
que diga vas a irte igual pero por favor ten cuidado y si se propasa lo más
mínimo, llámame y te voy a buscar.
-Gracias, cariño pero no hará
falta-dijo abrazando a Candela con todas sus fuerzas.
-Mañana hablamos-dijo devolviéndole el
abrazo.
_____ tras despedirse de todas, fue
hacia Max y agarrándole de la mano fueron hacia el coche que había unas calles
más debajo de la discoteca.
Continuará...
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