lunes, 23 de diciembre de 2013

Capitulo 8.

No podía parar de reír. Le dolía hasta el estómago y las lágrimas brotaban de sus ojos. En sus habituales descansos, cuando en el bar en una determinada hora a penas entraba gente, _____ aprovechó para contarle a Candela todo lo que había organizado aquella mañana para Liam.
-Cande, es que no sabes lo que tiene que estar pasando ahora mismo ese imbécil sin poder salir del baño del todo el laxante que se comió junto con las tortitas-dijo _____ entre carcajada y carcajada.
 -Pues que sepas que a mi me da pena... Y sinceramente lo que pasó en el pasado…pasado es. Deberías olvidarlo.
-Ni lo sueñes. Te he dicho que pienso devolverle una a una lo que me hizo…y para ser el principio no me ha salido mal-sonrió.
-Pero podrías haberle dejado quemaduras graves por culpa del café.
-No exageres, tampoco estaba tan caliente. Comprobé la temperatura antes de echárselo por encima. Tan mala no soy, no pretendía dejarle estéril, aunque sinceramente le haría un favor a la humanidad porque tener más mini Liams endemoniados pululando por ahí no sería buena idea.
-Pero, _____, ahora no lo conoces. Quizás ha cambiado.
-Gente así nunca cambia, Candela-dijo poniéndose sería.-Se hacen los buenos pero…en el fondo siguen siendo los mismos…que a la mínima que ven una oportunidad, te hacen la vida imposible.
-Haces una montaña de un grano de arena, _____-dijo Candela mirándola seriamente.
-Buah, Can, me parece que voy a tener que buscarme a otra mejor amiga…solo haces echarme tierra sobre mis ideas.
-No es eso, amiga. Tan solo que creo que deberías conocerlo ahora, quizás ha cambiado.
-Ni de broma, Candela-dijo _____ muy seria.
Eso nunca ocurriría, _____ se negaba a conocerlo. Tenía miedo mucho miedo de que la misma forma en que nada más verle el odio hacia él había revivido en su interior podría pasarle con ese amor que secretamente había sentido por él. De pequeña, _____ como la mayoría de las chicas se había enamorado de los chicos mayores, los chicos de sexto. Eran una pandilla de cinco, entre los que estaba Liam. ____ no sabía ni cómo ni por qué pero cada vez que lo veía pasar entre clase y clase por los pasillos que daban a su clase o en la salida del colegio sentía cosas revoloteando en su barriga y el corazón le latía rápidamente. Era tan guapo…Pero _____ sabía que su relación era imposible en un principio porque la ignoraba por completo pero después, porque dejo de hacerlo para meterse con ella día si y día también cada vez que pasaba por el pasillo de su clase. Pero a pesar de eso, _____ no podía evitar sentir lo que sentía por él. Ahora ya adulta odiaba que de pequeña fuera tan idiota y no se diera cuenta de la realidad.
-¿En qué piensas?-preguntó Candela sacándola del aturdimiento en que había caído hacia unos minutos.
-Nada, tonterías-le contestó más sería de lo que pretendía y trató de suavizarlo con una sonrisa.
-Bueno cambiándote de tema-dijo tratando de dejar a Liam a un lado.- ¿Qué tal va el tema ‘Max’? ¿Has vuelto a saber de él?
_____ entristeció al oír ese nombre. Max, Max, Max… otra historia de amor que podía añadir a su larga lista de desastre con MAYÚSCULAS. Lo había conocido hacía más de dos años en una de sus salidas a las discotecas con Candela y algunas compañeras del bar. Max y _____ se divirtieron aquella noche y se pasaron los números. Tras meses hablando y quedando, decidieron empezar a salir. Al principio como cualquier relación, fue muy bien y siguieron bien hasta que ocurrió el trágico accidente de los padres de _____ y ella se volvió triste, sin esperanza y monótona. No tenía ganas de nada y Max en vez de permanecer a su lado decidió acabar con la relación. _____ creyó que nunca saldría de aquella depresión pero con la ayuda de su hermano lo consiguió. A los meses, volvió a sonreír pero seguía sin ganas de salir de fiestas y divertirse con sus amigas. Rara vez lo hacia. En una de esas escasas salidas, en la misma discoteca en que había conocido a Max hacia más de un año, se lo encontró allí con sus amigos... Él nada más verla entrar, rápidamente se levantó del sillón donde estaba sentado y fue hacia ella con una amplia sonrisa. 
-¡Vaya, _____! Que de tiempo sin verte-dijo Max cuando estuvo frente a frente  a ella.- ¿Cómo estas?
Candela que lo miraba con rabia comprobó que su amiga no contestaba tan solo lo miraba. Solo lo miraba fijamente, sin sonreír. No movía un músculo y Candela había jurado que tampoco parecía respirar. Se había quedado allí parada.
-¿Estas bien?-preguntó Max al ver su rostro inexpresivo.
-Perfectamente-contestó Candela agarrando la mano de su amiga.-Y ahora si nos disculpas, nos vamos.
-¿Os vais?-preguntó Max frunciendo el ceño.-Pero si acabáis de llegar.
-Lo sabemos, pero tenemos muy visto este local, así que nos iremos a otro-contestó Candela tirando de su amiga que no se movía del sitio.
-¡No!-exclamó _____ por fin.-N…no nos vamos. Nos quedamos. Tú tenías ganas de venir a este sitio, así que nos quedamos-dijo mirando a su amiga.
-¡Fantástico!-exclamó Max.- ¿Quieres bailar?-pregunto sonriéndole.
_____ era testaruda, cabezota, con carácter…pero cuando se metía el amor de por medio su testarudez, cabezonería, carácter, sensatez….se iban al garete. El amor era su debilidad, una vez que estaba enamorada ya no razonaba. En ese momento tendría que estar gritándole a Max que lo odiaba por haberla abandonado en su peor momento pero en vez de eso, hizo que Candela le soltara el brazo y sin importarle nada más que Max y pasárselo bien se dirigió a la pista de baile. Una vez que terminó esa noche, _____ podía asegurar que se lo había pasado bien. Había bailado, saltado, reido, hecho tonterías con sus amigas y como broche final de la noche había aceptado ir al piso donde Max vivía con un amigo para hablar.  
-Tan solo vamos a hablar-le dijo _____ a Candela cuando esta se resistía a que su amiga fuera con él.
-_____ sabes perfectamente que Max lo que quiere no es hablar exactamente.
-No te preocupes, Cande, no voy a hacer nada. Solo quiero hablar con él de todo lo ocurrido y ver si se arrepiente de lo que me hizo.
Candela resopló.
-Está bien, haz lo que quieras…diga lo que diga vas a irte igual pero por favor ten cuidado y si se propasa lo más mínimo, llámame y te voy a buscar.
-Gracias, cariño pero no hará falta-dijo abrazando a Candela con todas sus fuerzas.
-Mañana hablamos-dijo devolviéndole el abrazo.
_____ tras despedirse de todas, fue hacia Max y agarrándole de la mano fueron hacia el coche que había unas calles más debajo de la discoteca.


Continuará...

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